México participó en la primera Conferencia de las Partes (COP1, por sus siglas en inglés) del Acuerdo de Escazú, tratado regional pionero con el que se pretende garantizar el acceso a la información, a la participación ciudadana y a la justicia en asuntos del medio ambiente.
En Santiago de Chile se inauguraron ayer los trabajos con la participación de representantes de las 12 naciones que han ratificado el Acuerdo, México entre ellas.
El acto fue encabezado por el presidente chileno, Gabriel Boric, quien como parte de las primeras acciones de su gobierno, envío al Congreso un proyecto para que su país se sume al tratado ambiental. Y es que pese a ser uno de los impulsores, el país andino no se ha adherido a ese instrumento regional por decisión del ex mandatario Sebastián Piñera.
La cancillería mexicana detalló que como parte de la COP1, las 12 naciones signatarias del acuerdo comenzaron a definir las formas de trabajar para su cumplimiento.
Vía remota, la subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Martha Delgado, expresó: “para México, este instrumento representa el compromiso con la democracia ambiental y fortalece la gobernanza en la materia, tanto a escala nacional como regional”.
Los países que, además de México, han ratificado el tratado son: Argentina, Antigua y Barbuda, Bolivia, Ecuador, Guyana, Nicaragua, Panamá, Saint Kitts y Nevis, San Vicente y Granadinas, Santa Lucía y Uruguay. Delgado invitó al resto a adherirse al mismo.
Para el gobierno de México, informó la cancillería, es menester que en la COP1 se acuerde un documento con las reglas de procedimiento, dando a las partes certeza para la aplicación y efectividad del acuerdo.
“Es prioritario poner en marcha el Fondo de Contribuciones Voluntarias y contar con disposiciones financieras, priorizando programas multifocales que fortalezcan la gobernanza ambiental en la región”, planteó.