Los ingresos de los hogares en México fueron los que más cayeron con el inicio de la pandemia de coronavirus, debido a que los incrementos en el gasto de gobierno para programas de emergencia no compensaron las menores entradas de dinero producto del trabajo, revela el Fondo Monetario Internacional (FMI),
“México realizó un incremento modesto en el apoyo durante 2020, en comparación con otras economías de mercados emergentes. La pandemia aumentó las vulnerabilidades sociales ya que la pobreza extrema avanzó en alrededor de 2 millones entre 2018 y 2020, pero más habrían sido los pobres sin las transferencias sociales”, amplió el organismo en el Monitor Fiscal.
A finales de enero, en un nota detallada para México, el FMI reconoció que las transferencias monetarias por conducto de programas sociales evitaron que 2.5 millones de personas cayeran en la pobreza con el inicio de la crisis por coronavirus, pero la medida no revirtió la caída de los ingresos de los hogares y que aumentaran las vulnerabilidades sociales.
Ahora, en un comparativo con 29 economías, el organismo muestra que en México es donde más cayeron los ingresos de las familias respecto a 2019 –cuando parte de los programas sociales ya estaban vigentes–, le siguen España e Italia.
En declaraciones aparte, David Malpass, presidente del Banco Mundial, consideró que se puede hacer más para evitar que el choque inflacionario afecte a las personas en México. “Estamos interesados en trabajar con entidades gubernamentales”.
También consideró que el país se puede beneficiar de una reorientación de las cadenas de suministro junto a sus socios comerciales Estados Unidos y Canadá . “Es un paso necesario para que el mundo observe el crecimiento del comercio regional”.
Crisis sobre crisis
En la presentación del documento, Vitor Gaspar, director del Departamento de Finanzas Públicas del FMI, recordó que la economía mundial ha pasado los últimos 15 años en crisis –la financiera mundial de 2008, luego la de covid y ahora la guerra en Europa– y sus efectos se han ido acumulando.
En la coyuntura actual, “a medida que la política monetaria se enfoca en luchar contra la inflación, la política fiscal debe girar para mantener la sostenibilidad de la deuda. En otras palabras, las restricciones presupuestarias están de vuelta”, manifestó durante la presentación del Monitor Fiscal.
Recordó que antes de la pandemia de covid los niveles de endeudamiento ya eran elevados, pero durante el primer año de la pandemia, la deuda total (incluida la privada) aumentó 28 puntos porcentuales del PIB mundial, el mayor avance registrado en un año, y más de la mitad de éste se produjo en los balances públicos.
Se espera que la deuda como proporción del PIB se estabilice 11 puntos porcentuales por arriba de los niveles que tenían antes de la pandemia, en alrededor de 95 por ciento; para 2024 en las economías avanzadas será hasta 9 por ciento más alta que en 2019; en las emergentes 18 por ciento, si se excluye a China rebasará en 6 por ciento.