En los resabios de la votación del domingo, cuando la reforma eléctrica fue desechada, la Cámara de Diputados vivió ayer literalmente un día de furia. Calientes los ánimos entre Morena y la oposición, un insulto de legisladores de esa bancada a Augusto Gómez Villanueva (PRI) estuvo a punto de derivar en golpes.
Las bancadas se olvidaron de la discusión de dos dictámenes que se desahogaban en el pleno y se dedicaron a ofenderse. Uno y otro bloque se tildaron de traidores a la patria. Subido el tono, el priísta, presidente de la mesa de decanos, pidió la palabra para tratar de contener el encono.
En un resbalón, la vocera de Morena exclamó: “¡ya van a poner al viejito!” Unas curules más allá, el oaxaqueño Ángel Escobar Domínguez se mofó del legislador de 93 años: “¡Ya se está muriendo! ¡Lo tienen conectado al oxígeno!”
Mariano González Aguirre (PRI), hijo del ex gobernador de Tlaxcala Mariano González Zarur, se prendió y fue hasta las filas de Morena, donde se registró un jaloneo y se desataron más gritos, hasta que el coordinador de Morena, Ignacio Mier, se disculpó.
Morena y sus aliados se presentaron a la sesión con la estrategia de cobrar, en el discurso, el voto de la oposición en contra de la reforma y decidió abrir a debate dictámenes de consenso, esto es que se desahogan sólo con la explicación inicial de su contenido. Ayer, no obstante, se extendieron las participaciones. El PRI había hecho mutis y el duelo verbal se dio entre Morena y Acción Nacional.
En la discusión de una reforma para actualizar multas previstas en pesos, para cobrarlas en Unidades de Medida y Actualización, Brígido Moreno (PT) inició la carga.
Desde la tribuna, cuestionó a la oposición: “¿Cómo pueden estar sentados tranquilos en sus curules? ¡Cínicos! ¡Maldito dinero, mil veces maldito! ¡Podrán comprar lo que se les dé la gana, pero el respeto, la integridad y el cariño de la gente no tiene precio!”
Inició así también la presentación de carteles con las fotos y nombres de panistas, priístas y perredistas que votaron contra la reforma, con la leyenda: “traidores a la patria”.
El PAN ayer se quejó de que esa campaña de Morena ha generado incluso amenazas de muerte. Incluso Josefina Gamboa relacionó un asalto que sufrió ayer con la estrategia del partido guinda.
En entrevista, Ignacio Mier sostuvo que si la oposición fue valiente para votar en contra, también debe serlo “para enfrentar a los electores” y asumir las consecuencias de sus actos. Su compañero de bancada, Jesús Baldenebro, advirtió: “Ustedes no pueden mirar a sus hijos ojo con ojo y pupila con pupila, como diría El Piporro. Aquí hubo traidores. ¡A chillidos de cochi, oídos de matancero! ¡Vamos por ellos!”
La panista Mariana Gómez del Campo acusó que desde la mayoría se trató de “extorsionar y chantajear” a Va por México, para votar en favor. “Ustedes ofrecieron dinero y lo único que lograron fue a (Carlos Miguel) Aysa, porque a papi le ofrecieron una embajada”.
En respuesta, Simey Olvera dijo que fue el PRI el que intentó el chantaje y que a cambio de los votos pidió la gubernatura de Hidalgo. “Espero que, al coordinador del PRI, Rubén Moreira, sí lo perdone su esposa, la candidata fallida”.
Olvera incluso advirtió que, según lo dispone la Constitución, los diputados de oposición podrían ser acusados de traición a la patria y ser encarcelados.
Desde la playa, como se conoce a las primeras filas de curules, la panista Rocío González, exclamó mientras agitaba las manos: “¡Mira cómo tiemblo!” Olvera devolvió: “Así se burlaba Rosario Robles, ¡pero hoy está presa!”