Londres. El fundador de Wikileaks, Julian Assange, está un paso más cerca de la extradición a Estados Unidos que lleva diez años intentando evitar, ya que la justicia británica emitió el miércoles la orden formal de entregarlo a Washington.
Rechazando en marzo "el permiso para apelar" solicitado por los abogados del australiano, coordinados a nivel internacional por el ex juez español Baltasar Garzón, la Corte Suprema británica dictó que el caso fuese trasladado a la ministra del Interior, Priti Patel, que tiene la última palabra en toda extradición.
Eso fue precisamente lo que hizo el miércoles el juez Paul Goldspring durante una vista de apenas siete minutos en el tribunal de Magistrados de Westminster.
La defensa de Assange tendrá ahora hasta el 18 de mayo para presentar alegaciones a Patel, con la esperanza de que se oponga a la entrega. Una vez anunciada su decisión, tendrán 14 días para intentar recurrirla. También podrían buscar una nueva apelación sobre otros aspectos jurídicos.
Jeremy Corbyn, político británico, acudió a la la Corte de Magistrados de Westminster en Londres, donde se llevó a cabo la audiencia de Julian Assange, el 20 de abril de 2022. Foto EFPress.
Vestido con chaqueta y corbata, el australiano apareció por videoconferencia desde la cárcel londinense de Belmash.
Allí está recluido desde su espectacular detención en abril de 2019 por la policía británica en la embajada de Ecuador en Londres, después de que el entonces presidente Lenín Moreno le retirase la protección que le había concedido su predecesor Rafael Correa.
Violando las condiciones de su libertad condicional en el Reino Unido, el fundador de WikiLeaks se refugió en la legación ecuatoriana en 2012 para evitar ser extraditado a Suecia por cargos de violación que después fueron abandonados.
Negando dichos cargos, ya entonces afirmó temer que todo fuese una estrategia para entregarlo a Estados Unidos.
Un grupo de personas se manifiesta afuera de la Corte de Magistrados de Westminster en Londres, el 20 de abril de 2022. Foto EFPress.
¿Periodista o pirata informático?
Varias decenas de simpatizantes se manifestaron a las puertas del tribunal con pancartas que pedían "No extraditar a Assange".
"Sin personas como Julian, nunca sabremos la verdad y nuestros gobiernos pueden pisotearnos mintiéndonos", dijo a la AFP uno de ellos, Val, jubilada de 73 años que no quiso dar su apellido.
La justicia estadunidense quiere juzgarlo por difundir a partir de 2010 más de 700 mil documentos secretos sobre las actividades diplomáticas y militares estadunidenses, en particular en Irak y Afganistán.
Entre esos documentos figuraba un video que mostraba a civiles, incluidos dos periodistas de la agencia Reuters, muertos por disparos de un helicóptero de combate estadounidense en Irak en julio de 2007.
Acusado de espionaje, de ser declarado culpable Assange puede ser condenado a 175 años de cárcel, en un caso que las organizaciones de defensa de los derechos humanos denuncian como un peligroso ataque a la libertad de prensa.
El gobierno estadunidense afirma, por su parte, que el australiano no es periodista sino pirata informático y que puso en peligro la vida de numerosos informantes al publicar documentos sin editar.