Durango, Dgo. La gasolina regular (verde) empieza a ser insuficiente lo que ha provocado el cierre parcial de algunas estaciones de servicio, aunque Francisco Martínez Vázquez, presidente de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo) en Durango, aseguró que no es escasez del combustible, sino un problema de distribución por parte de Pemex al crecer la demanda.
Desde la tarde noche del pasado martes algunas gasolineras ubicadas en el centro de la ciudad cerraron porque ya no se les surtió el hidrocarburo.
Este miércoles la cifra de establecimientos que habían cerrado por la falta de combustible se había triplicado.
Martínez Vázquez, quien encabeza a los empresarios gasolineros en el estado, dijo que de los tres productos que manejan en varias unidades falta por lo menos una, la regular o verde.
La gasolina Premium todavía se consigue en la mayoría de las estaciones de servicio, la regular solamente en algunas y el diésel en el 70 por ciento de estas.
Advirtió que con el retorno a clases la próxima semana el problema se puede agudizar, de tal forma que se presenten más cierres intermitentes y temporales en establecimientos expendedores de combustible.
El dirigente de la Onexpo señaló que los cierres pueden ser solamente por unas horas, mientras que se vuelve a hacer la recarga de las unidades de servicio.
El problema es más evidente con la gasolina regular (la de mayor demanda), debido a que el mismo problema se presenta en todo el país, sobre todo en el norte.
Dejó en claro que no se trata de un desabasto, sino una sobredemanda de combustible.
Explicó que un elevado porcentaje de estaciones de servicio importan gasolina de Estados Unidos y como en estos momentos el costo se ha elevado, no pueden competir con Pemex que mantiene un subsidio por litro, razón por la cual han preferido comprarle a Pemex.
La petrolera enfrenta un problema, su equipo de camiones pipa no son suficientes para atender al 100 por ciento de los expendios por ello deja a algunas sin surtir combustible.
Reiteró que no es un problema de desabasto, ni a corto, ni mediano plazo, aunque el riesgo de las compras de pánico es latente y eso llevaría a una escasez parcial o temporal.