Se creyó “rotundamente vencedora” y lo celebró hasta la ignominia, pero en plena cruda la patética “oposición”, Sociedad Anónima, apenas registró que los dos elementos torales de la reforma constitucional que el pasado domingo rechazó han sido avalados por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y por el propio Congreso, al declarar constitucional la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) promulgada el 9 de marzo de 2021 y aprobar los cambios a la Ley Minera en materia de litio, respectivamente.
A esa “oposición” arrogante y rabiosa la fiesta le nubló la vista, por lo que, una vez más de forma arrebatada, intentó, como último recurso, poner en entredicho la validez de la citada decisión de la SCJN y con cuentas mafufas pretendió cuestionar la validez de la votación del máximo tribunal del país. Para ello utilizó como uno de sus operadores a un ultraderechista ex ministro de esa instancia, quien recorrió los medios de comunicación afines para hacer el trabajo sucio e intentar sembrar la duda.
Pero se le apestó, porque la SCJN no sólo reafirmó la constitucionalidad de la citada ley de marzo de 2021, sino que mandó a paseo a la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece, defensora de las empresas), organismo que promovió una controversia contra esa ley, pero el máximo tribunal le reviró que “la norma impugnada no afecta de ninguna manera su esfera de competencias”.
Además, “queda firme la desestimación de la acción de inconstitucionalidad promovida por senadores de oposición, en contra de la Ley de la Industria Eléctrica, luego de que el pleno de la SCJN aprobó en votación económica el acta de la sesión del 7 de abril pasado, ratificando las votaciones de 7 contra 4, que terminaron por desechar la demanda. Cuatro ministros (Mario Pardo, Norma Lucía Piña, Luis María Aguilar y Juan Luis González) anunciaron que presentarían votos aclaratorios, en donde no cambiarán el sentido de su decisión, sólo aportarán más argumentos para fundarla. Con esta ratificación, el máximo tribunal desmontó las críticas que advertían un supuesto error o manipulación en el conteo de los votos de la sesión del día 7 de abril, afirmando que en verdad sí se habían reunido los 8 votos necesarios para declarar inconstitucional la LIE” ( La Jornada, Eduardo Murillo).
Lo mejor del caso es que el documento de ese grupo de senadores (integrante de la pandilla prianista) para “revisar las votaciones” (del pasado 7 de abril) ni siquiera iba firmado, “requisito indispensable para hacer patente la voluntad del suscriptor, cuestión que se corrobora con la razón asentada por la Oficina de Certificación Judicial y Correspondencia de este Alto Tribunal”, detalla el acuerdo de la SCJN (ídem).
De pilón, la SCJN sobreseyó la acción de inconstitucional contra la Ley de la Industria Eléctrica promovida por el anterior gobierno estatal de Colima, “cerrando así la última de las impugnaciones promovidas ante el máximo tribunal en contra de esta norma” (ibidem).
Sobre este tema, ayer el presidente López Obrador dijo que los representantes y defensores de la oligarquía están “dale y dale de que no se contó bien en la SCJN. No les gustó la decisión de la Corte”. Tampoco el resultado en el Legislativo en materia de litio, por lo que “a ver si no les jalan las orejas a los que no hicieron su trabajo completo; pensaron que bloqueando la reforma constitucional ya estaba resuelto”. Además, se revisarán los ocho permisos otorgados por gobiernos anteriores a empresas extranjeras y nacionales. “Se tiene que ver si se cumplió con los procedimientos”.
Y en el Senado, panistas y cabilderos afines descaradamente se revolvían para que los corporativos puedan clavar sus colmillos al litio mexicano. También se les apestó, pero, por ejemplo, Damián Zepeda dijo que “es necesario” que el gobierno “se deje ayudar” por los particulares, lo que hace recordar aquello que, en calidad de director calderonista de Pemex, dijo Jesús Reyes Heroles González Garza a la hora de justificar la presencia de la oligarquía en la ex paraestatal: “hay que hacerse acompañar de inversionistas privados”, y los neoliberales –como en la minería y tantos otros sectores– abrieron las piernas… perdón, las puertas.
Las rebanadas del pastel
¿Quién es, qué hace y a qué intereses sirve el oscuro personaje que sin formar parte de la Secretaría de Economía se ha convertido en la sombra de Tatiana Clouthier? Se llama Pedro Cámara y supuestamente se dedica a la “promoción de alcaldes y gobernadores”.