Kiev. Rusia lanzó ayer su esperada ofensiva a gran escala para tomar el control del este de Ucrania, atacando un amplio frente de más de 480 kilómetros de largo, informaron funcionarios ucranios. Moscú no habló del inicio de una nueva fase, pero antes reportó que atacó cientos de objetivos militares con “misiles de alta precisión”, incluido un almacén donde se guardaban armas entregadas por Estados Unidos y sus aliados de Europa.
“Las tropas rusas han comenzado la batalla por el Donbás”, región que en parte está en manos de los separatistas prorrusos y donde se intensificaron los combates, anunció el presidente ucranio, Volodymir Zelensky.
“Ahora podemos decir que las tropas rusas han comenzado la batalla por el Donbás, para la que se estuvieron preparando durante mucho tiempo. Gran parte del ejército ruso se dedica ahora a esta ofensiva”, aseguró Zelensky en un discurso difundido en Telegram. “No importa cuántos soldados rusos se traigan hasta aquí, lucharemos. Nos defenderemos”, proclamó.
Poco antes, el secretario del Consejo de Seguridad de Ucrania, Oleksiy Danilov, declaró que Rusia parecía haber iniciado su esperada nueva ofensiva en el este: “Esta mañana, a lo largo de casi toda la línea del frente de las regiones de Donietsk, Lugansk y Járkov, los ocupantes intentaron romper nuestras defensas”.
El gobernador ucranio de la región de Lugansk, Serguei Gaidai, también reportó el inicio de la ofensiva rusa contra el este de Ucrania.
“Esto es un infierno. Ha comenzado la ofensiva de la que llevamos semanas hablando”, publicó en Facebook. “Hay combates en Rubizhne y Popasna, la lucha es incesante en otras localidades pacíficas”, afirmó.
Horas antes, se reportaron ocho muertos y 11 heridos, entre ellos un niño en Leópolis, las primeras víctimas civiles en la ciudad occidental ubicada a 60 kilómetros de Polonia.
“Cinco potentes ataques con misiles de una sola vez sobre la infraestructura civil de la antigua ciudad europea de Leópolis”, tuiteó Mijailo Podoliak, asesor de Zelensky.
El gobernador regional, Maksym Kozitsky, habló de cuatro ataques con misiles crucero disparados desde el mar Caspio: tres sobre infraestructuras militares y una en un garaje de neumáticos. Todos los objetivos quedaron “gravemente dañados”.
En la zona atacada del garaje, a unos 4 kilómetros del centro de la ciudad, periodistas de la agencia Afp vieron un edificio en llamas y un cráter cerca de una línea férrea.
Situada lejos del frente y cerca de la frontera con Polonia, Leópolis se ha convertido en refugio para los desplazados. Ahí se encuentran, además, varias embajadas occidentales, trasladadas desde Kiev.
En pocas ocasiones Leópolis ha sido blanco de bombardeos, a diferencia del este de Ucrania, donde se concentran actualmente los ataques.
Otras cuatro personas perecieron en Kreminna, pequeña ciudad de la región de Lugansk que cayó ayer en manos de los rusos, informó Gaidai en Telegram. Y cuatro más en la cercana región de Donietsk, según el gobernador ucranio de esa región, Pavlo Kyrylenko.
“Dos en Torske, uno en Chandrigalove y otro en Razdolne. Otras cinco personas resultaron heridas”, afirmó en Telegram.
Desde que Rusia anunció el retiro de sus tropas de la zona de Kiev, ha concentrado sus fuerzas armadas en el este de Ucrania, objeto de frecuentes bombardeos desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero.
Explosiones en la planta de Azovstal, foco de resistencia
Imágenes de video y audios mostraban el estruendo de las explosiones y el humo que salía de la acería de Azovstal, donde los últimos combatientes, atincherados, desoyeron el ultimátum de Moscú para que cesaran el fuego y evacuaran el lugar. “Saboteen las órdenes de los ocupantes. No cooperen con ellos. Resistan”, dijo el presidente Zelensky, quien calificó la situación de la ciudad de “inhumana” y pidió de nuevo armas pesadas a Occidente.
La captura de Mariupol, principal puerto de la región del Donbás, el corazón industrial de Ucrania, sería un premio estratégico para Rusia, ya que uniría el territorio en manos de los separatistas prorrusos en el este de Ucrania con la región de Crimea, que Moscú se anexionó en 2014.
Por lo pronto, el comandante de la 36 brigada de infantes de Marina ucrania, Sergiy Volyna, que se encuentra defendiendo la ciudad de Mariupol, escribió una carta al papa Francisco pidiendo intervenir “para salvar a la población civil exhausta de la ciudad”, donde según el Programa Mundial de Alimentos, hay más de cien mil civiles al borde del hambre, sin agua y sin calefacción.
Mariupol, con 440 mil habitantes antes de la guerra, es un objetivo clave para Rusia y el último obs-táculo para garantizar su control en la franja que va de los territorios separatistas prorrusos del Donbás, a la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014.
El alcalde de Mariupol, Vadym boichenko comentó ayer que unos 40 mil civiles habían sido trasladados a la fuerza a Rusia o a regiones de Ucrania controladas por militares rusos. Reuters no pudo confirmar de forma independiente la denuncia.
Parte ruso
El Ministerio de Defensa ruso informó que atacó cientos de objetivos militares durante la noche de domingo a lunes, y al cierre de esta edición no había confirmado el inicio de una amplia ofensiva en el Donbás.
Aseguró que con “misiles de alta precisión” atacaron un importante almacén de armas entregadas por Estados Unidos y Europa recientemente a Ucrania, cerca de Leópolis. Agregó que misiles lanzados desde el aire destruyeron 16 instalaciones militares en Járkov, Zaporiyia, Donietsk, Dnipropetrovsk y en el puerto de Mykolaiv, localidades del sur y el este de Ucrania. Incluidos cinco centros de mando, un depósito de combustible, tres almacenes de munición y vehículos militares ucranios.
El ejército empleó misiles Iskander lanzados desde tierra para destruir también cuatro arsenales y tres grupos de tropas ucranias cerca de Pospasna y Kramatorsk, en el este, así como Yampil, en el centro de Ucrania.
Precisó que la aviación rusa lanzó ataques contra 108 zonas en las que se concentraban las fuerzas ucranias y que la artillería golpeó 315 objetivos militares ucranios. No fue posible verificar de forma independiente dichas afirmaciones.
Otro bombardeo de Kiev en Belgorod
Al cierre de esta edición se informó que unos 50 edificios resultaron dañados tras ataques el jueves pasado lanzados desde Ucrania contra la localidad rusa de Zhuravliovka, en el suroeste, denunció el gobernador de la región de Belgorod, Viacheslav Gladkov, de acuerdo con la agencia Sputnik. Sólo se reportó un herido, ya que la población fue evacuada, a excepción de los ancianos, que se negaron a abandonar la ciudad. El pasado día primero, Gladkov denunció un bombardeo, el primero lanzado por Kiev contra territorio ruso.
El gobernador dio a conocer esta ofensiva apenas, en un reporte elaborado al regresar a la zona.