Madrid. La residencia oficial del primer ministro británico, Boris Johnson, en el número 10 de Downing Street, habría sido sometida a espionaje con el software israelí Pegasus, en un ataque tras el que estaría “probablemente” Emiratos Árabes Unidos, según una investigación de la organización Citizen Lab, con sede en Toronto, recogida por la revista The New Yorker.
El estudio concluye que el 7 de julio de 2020 se utilizó Pegasus para infectar un dispositivo conectado a la red de la residencia. Fuentes británicas han confirmado el ataque, pero no el uso de Pegasus.
“Cuando nos encontramos con el caso se me cayó la mandíbula”, dijo uno de los investigadores, John Scott-Railton. “Creemos que hubo salida de información”, añadió otro investigador, Bill Marczak.
Londres ha explicado que el Centro Nacional de Seguridad Informática realiza revisiones regulares de los dispositivos, incluido el de Johnson, pero “es difícil realizar una registro exhaustivo”, dijo una fuente británica, que reconoció que no lograron localizar el dispositivo infectado ni saber qué información obtuvieron en el ataque.
Tras investigar los servidores a los que se transmitieron los datos, Citizen Lab sospecha que Emiratos estaría tras el ataque. “Pensé que Estados Unidos, Reino Unido y otras grandes potencias informáticas se estaban moviendo despacio respecto a Pegasus, pues no era una amenaza directa para su seguridad nacional. Me he dado cuenta de que estaba en un error; incluso Reino Unido subestimaba la amenaza que supone Pegasus y se ha quemado de una forma espectacular”, afirmó Scott-Railton.