Londres. Harrison Birtwistle, creador de música moderna audazmente experimental, reconocido como uno de los mejores compositores contemporáneos de Gran Bretaña, murió ayer a los 87 años.
La editora de Birtwistle, Boosey & Hawkes, dijo que el músico falleció en su casa en Mere, en el suroeste de Inglaterra. No proporcionó la causa del deceso.
Las composiciones de Birtwistle, desde piezas de cámara hasta grandes óperas, fueron representadas en teatros como la Royal Opera House, la Ópera Nacional Inglesa, la Deutsche Staatsoper de Berlín, los BBC Proms de Londres y la Orquesta Sinfónica de Chicago.
Su trabajo, a veces desafiante, puso a prueba la paciencia de los oyentes, pero el compositor no se inmutaba.
“La cuestión de la accesibilidad”, declaró una vez Birtwistle, “no es mi problema”.
“Tengo una idea. La expreso tan claramente como puedo. La crítica es problema de otro”, agregó.
Martyn Brabbins, director musical de la Ópera Nacional Inglesa, destacó que Birtwistle “fue un colaborador y mentor muy querido, cuyo trabajo ha inspirado a generaciones de músicos”.
La Real Sociedad Filarmónica refirió en Twitter que era “un verdadero coloso musical”, cuya obra “sacudió la tierra”.
La música de Birtwistle, carente de armonías convencionales y plagada de ritmos complejos, a menudo fue descrita como de calidad abrasiva. En 1995, su pieza Panic tuvo un estreno preminente en la televisión en vivo como parte del popular concierto Last Night of the Proms.
La BBC se inundó de quejas. “¿Alguien estaba estrangulando a un gato?”, preguntó un espectador.
Y no sólo las audiencias ordinarias se estremecieron con su trabajo. Benjamin Britten, uno de los compositores británicos más destacados del siglo XX, supuestamente se fue en el intermedio del estreno de 1968 de la ópera de cámara de Birtwistle Punch and Judy, en el Festival de Aldeburgh, del propio Britten.
Birtwistle expresó que el público a menudo tenía problemas con la disonancia porque no le era familiar.
“Tiene que ver con la memoria musical”, dijo al periódico The Sunday Times en 2019. “Por ejemplo, si tienes un Picasso, puede colocarse en la pared y convertirse en parte de tu memoria, incluso si sólo lo ves de manera subliminal. En la música, el tiempo es realmente efímero. La música moderna no se escucha durante el tiempo suficiente para que se vuelva familiar. Ni siquiera te acercas a ello.”
Nacido el 15 de julio de 1934 en Accrington, en el noroeste de Inglaterra, Birtwistle estudió clarinete y composición en el Real Colegio de Música de Manchester, donde sus contemporáneos incluyeron al compositor Peter Maxwell Davies y al difunto pianista John Ogdon. En 1965, vendió sus clarinetes y dedicó todo su tiempo a la composición.
Sus obras incluyen The Mask of Orpheus, montada por la Ópera Nacional Inglesa en 1986; Exody, que estrenó la Orquesta Sinfónica de Chicago bajo la dirección de Daniel Barenboim en 1998; Gawain, estrenada en 1991 en la Royal Opera House, y The Minotaur, que debutó en el mismo recinto en 2008.
Press Association, agencia de noticias británica, dijo que Gawain era “vanguardista y no tiene ni rastro de melodía”. Pero Rodney Milnes, editor de la revista Opera, opinó que la ópera “se apoderó de la imaginación sin piedad”.
Al reseñar The Minotaur, la crítica Anna Picard escribió en The Independent: “Mucha fealdad, sin belleza redentora, rica en la poesía áspera y punzante del libreto de David Harsent, la partitura de Birtwistle es tan violenta como su tema”.
Pero en el Evening Standard, Fiona Maddocks la describió como “música de belleza resplandeciente y tormentosa”.
La música de Birtwistle fluía desde una perspectiva única.
“Sueño en abstracto, ¿puede imaginar eso?”, señaló en la BBC en 2002. “¿Puede imaginar una especie de engranajes de madera que están destinados a encajar pero no lo hacen? Y luego intentas ponerlos de otra manera y no funciona, y es un poco difícil de describir, pero es una especie de abstracción.”
En 1987, Birtwistle ganó el Premio Grawemeyer de Composición de 150 mil dólares de la Universidad de Louisville, en Estados Unidos, por su ópera The Mask of Orpheus. Entre otros reconocimientos, fue nombrado Caballero de la Orden de las Artes y de las Letras por Francia en 1986, Caballero por la reina Isabel II en 1988 y Compañero de Honor, distinción británica limitada a 65 personas vivas, en 2001.
Birtwistle, objeto de tantas críticas, acribilló memorablemente a los músicos pop en 2006 al recibir un premio Ivor Novello.
“¿Por qué su música es tan (grosería) ruidosa?”, lanzó entonces. “Todos ustedes deben estar con muerte cerebral. Quizá lo estén. No sabía que existían tantos clichés hasta la última media hora. Diviértanse. Adiós.”
La esposa de Birtwistle, Sheila, murió en 2012. Le sobreviven tres hijos.