Un juez de control vinculó a proceso a Karla, Areli y Magda, detenidas el viernes pasado en la recuperación de un inmueble de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en el Centro Histórico –el cual entregó ayer la Fiscalía General de Justicia (FGJ)– por su presunta participación en el delito contra la salud en su modalidad de narcomenudeo.
En la audiencia, el Ministerio Público de la Fiscalía de Investigación Territorial en Benito Juárez presentó datos de prueba que permitieron al juzgador calificar como legal su detención durante el despliegue policiaco y ministerial en dicho lugar.
Además de dictarles prisión preventiva justificada, permanecerán en el Centro de Reinserción Social de Santa Martha un mes, plazo que se fijó para el cierre de la investigación complementaria.
La FGJ trabaja en otra carpeta de investigación por la presunta participación de las mujeres en los delitos de robo y daño doloso a propiedad a vehículo tras agredir a una conductora, quien se negó a “cooperar”.
La mañana de ayer, la dependencia entregó a la CNDH el edificio ubicado en República de Cuba 60, que estuvo ocupado 19 meses por diversas agrupaciones.
Señaló que la evidencia encontrada a las imputadas estaba en ese sitio, no en la Fiscalía de Benito Juárez, donde se inició la carpeta de investigación por delitos contra la salud y la grabación que hizo su defensa no se presentó como dato de prueba.
Con ello “se demuestra que no se documentaron actos contrarios a la ley”, precisó la Fiscalía; sin embargo, Edwin Alan Piñón, abogado de las imputadas, calificó de excesiva la medida cautelar porque es un delito no grave, que se castiga con tres meses a tres años de cárcel.
Pese a que procedía una suspensión provisional del proceso, el juez negó este derecho, bajo el argumento de que podrían darse a la fuga y no tenían identificaciones, “cuando ellas nos comentan que son víctimas de malos tratos y torturas dentro del centro”.
Ante eso, el abogado pidió a las autoridades penitenciarias su intervención, “pues están con la población general y vemos que hay una línea para castigarlas”.