Integrantes de la comunidad ucrania en México se manifestaron una vez más ante la embajada de Rusia para demandar la salida de sus tropas de Ucrania y poner fin a los “crímenes de guerra” que, aseguraron, “ha cometido el ejército ruso”.
Un domingo más, unas 60 personas –también acudieron mexicanos y rusos– marcharon del Ángel de la Independencia a la sede diplomática. Al llegar, colocaron frente a la puerta cacerolas, computadoras y hasta ropa interior en un acto simbólico con el que “dejamos un donativo a la embajada rusa y que así su país deje de asesinar a las familias de ucranios para robarse hasta sus calzones. Les traemos esta donación para que se la envíen a sus soldados y así no tengan más necesidad de robar”.
La manifestación fue pacífica, pero se dieron momentos de tensión, cuando un hombre que dijo ser empleado de la embajada, a bordo de un auto con matrícula diplomática, intentó ingresar al recinto. De inmediato fue rodeado e increpado por quienes protestaban: “Fuera, diplomáticos rusos de México”, corearon. La policía capitalina intervino y aunque el hombre les exigía le abrieran el paso, los uniformados le pidieron retirarse y regresar después de media hora, tras la protesta.