The Other Side Of Make-Believe será el séptimo álbum de Interpol, lo que no implica que la banda neoyorquina, con 25 años de trayectoria, haya encontrado ya una forma prestablecida para hacer música. Su líder y vocalista, Paul Banks, señaló sobre su nuevo material: “Siempre hay una séptima ocasión para dar una primera impresión”.
En Toni, su nuevo sencillo lanzado la semana pasada, Banks canta “Still in shape, my methods refined (todavía en forma, mis métodos refinados)”, como indicando la actitud con que fue compuesto el disco.
El álbum, con fecha de lanzamiento anunciada para el 15 de julio, comenzó a gestarse en 2020 de la única forma disponible entonces: a distancia. De modo que Banks, el guitarrista Daniel Kessler y el baterista Sam Fogarino escribió cada uno por su cuenta, lo que les dio la oportunidad de adentrarse en pensamientos. “Realmente le sacamos jugo a la situación”, afirmó Fogarino.
“Trabajar a solas tuvo sus tropiezos al principio, pero abrió un nuevo capítulo para nosotros”, coincidió el guitarrista. Banks, por su parte, quien pasó en Edimburgo casi nueve meses, se puso cómodo en una silla junto a la ventana con una pluma, una libreta y un bajo color crema. “De manera normal escribimos en vivo, pero por primera vez no estoy gritando por encima de una batería. Daniel y yo tenemos una química lo suficientemente fuerte como para visualizar cómo mi voz complementaría los demos que enviaba por correo electrónico. Luego podía bajar el volumen de todos en mi laptop, ubicar estas melodías coloridas y transmitir el mensaje de manera sutil”.
Ya a inicios de 2021, Interpol pudo reunirse para terminar su nuevo material, primero en una casa en Catskills, a las afueras de Nueva York, y luego en Londres, donde acabaron el álbum por primera vez trabajando con el veterano productor Mark Ellis (Flood), quien ha hecho mancuerna con bandas como New Order, U2, Nine Inch Nails, Depeche Mode, Foals, a-ha, The Jesus And Mary Chain, The Smashing Pumpkins y The Killers.
De manera que Banks decidió hacer que el volumen de su voz fuera más tenue, teniendo en cuenta el anhelo en el mundo por conectar. “Flood me dijo que las voces en los demos evocaban a Mickey Rourke en Barfly, cantando a un cliente al final de la mesa, y nunca tuvimos la necesidad de convertir esa intimidad ahumada en algo grande y fuerte cuando llegó la hora de ensayar y grabar. Me divirtió bastante hacer lo opuesto”, señaló el cantante.
Fogarino resaltó que el papel del productor “era hiperbolizar todas nuestras cualidades. Nuestra banda nunca había explotado los motivos del rocanrol sin grandes rellenos de batería o solos que aúllan, así que identificó la honestidad base de nuestro sonido y halló una manera de amplificarlo. Hay una frase que me encanta acerca de tocar la batería: ‘El ritmo odia la melodía’, el mejor tipo de batería, o acentúa lo que se está transmitiendo o arrasa con ello”, precisó.
Momento de esperanza
Al tratarse de una banda que empezó hablando de asesinos seriales encarcelados, podría esperarse que la visión de Interpol acerca de la pandemia sería un abismo emocional, pero ocurrió lo contrario. Banks sintió la necesidad de buscar una dirección de “contrapeso”, con himnos sobre la resiliencia y el poder silencioso de llevársela leve. “La nobleza del espíritu humano es restablecerse. Sí, podría enfocarme en cómo todo está jodido, pero siento que es el momento de tener esperanza y una emoción aún creíble en lo que hace a Interpol”.
El guitarrista de la banda concuerda: “El proceso de escribir este disco y buscar emociones tiernas y resonantes me regresó a la adolescencia”.
Pero el cambio no necesariamente implica que la banda haya decidido detenerse a disfrutar las flores. El título del álbum The Other Side of Make-Believe (El otro lado de la fantasía) refleja el disgusto de Banks con esta era de la información. “Siento que la cualidad resbaladiza de la realidad y tener la voluntad de ser violento a partir de desacuerdos basados en hechos, ha tenido un efecto muy extenuante en la mente de todos en el mundo. Aunque yo hablé tanto de eso que saqué de onda a mis compañeros de banda, así que encontré la manera de expresar mis angustias a través de la lente de las facultades no racionales de los seres humanos y no tanto del colapso de la civilización”.
Toni, además del primer sencillo, es la primera entrega de una película de baile en dos partes. Sobre el video y su concepto, Banks explicó que logró conectar con Van Alpert, reconocido director de clips, “gracias a una inspiración compartida en cine, y de una pasión por los videos de música clásicos como los de Glazer, Cunningham y Jonze. Van, en mi opinión, pertenece al mismo club de estas leyendas; es emocionante verlo construir su obra”.
Alpert, por su parte, expresó albricias sobre su trabajo con la agrupación. “Escribí una idea loca que sentí que era nueva para Interpol, un video cinemático de baile hípermoderno. Una historia de ‘amantes en fuga’, con un clásico final de suspenso. Es un sueño trabajar con mi banda favorita de todos los tiempos. Banks unificó todo y elevó el concepto, naturalmente, es un gran actor, artista y colaborador”, aseguró.
El segundo capítulo se lanzó el martes, acompañando al tema Something Changed. La historia continúa desde el punto exacto en que Toni termina. Al volante, Banks se vuelve el nuevo cazador y una nueva persecución comienza.
Interpol se presentará este año en Londres, Los Ángeles y en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México.