¿A qué o cómo suena nuestro país? ¿Cuáles son los sonidos que nos identifican como mexicanos? Las respuestas pueden descubrirse en el Mapa Sonoro de México, plataforma interactiva desarrollada por la Fonoteca Nacional que permite a la sociedad registrar por geolocalización los paisajes acústicos de la nación.
Conformado a la fecha por mil 77 audios, este acervo captura y retrata las sonoridades que se generan en todo el territorio nacional a partir de grabaciones de campo aportadas por la Fonoteca Nacional y por cualquier persona que quiera participar en su conformación.
“Significa la posibilidad de trazar la geografía sonora de México en una interfaz digital de amplio y fácil acceso. El mapa permite escuchar grabaciones que registran los sonidos de un pueblo, de una ciudad o de un entorno natural; nos muestra el lugar exacto donde esos sonidos sucedieron mediante su geolocalización”, explica la institución de la Secretaría de Cultura (SC) federal.
Este desarrollo, agrega, invita a “escuchar a qué suena México y formar una comunidad de escuchas interesados en capturar y compartir sus sonoridades para el conocimiento y el deleite” de quienes accedan al micrositio del Mapa Sonoro de México: https://mapasonoro.cultura.gob.mx/.
Guerrero, Garibaldi... Tijuana
Entre los registros –los cuales son acompañados por una breve ficha en la que se describe la situación, lugar y fecha donde se realizó la grabación–, puede escucharse uno realizado en mayo de 2020 en la estación Guerrero del Metro de la Ciudad de México, en el que un cantante “trata de sacar lo mejor de la cuarentena… si se calla de repente es porque en cada estación los policías lo pueden sacar”.
También de la capital del país son varios los sonidos capturados en la emblemática plaza Garibaldi, como el de un trío de norteños en octubre de 2020 o, en ese mismo mes, el de un mariachi “con la canción Qué bonito es Tijuana, frente a un restaurante, donde la gente acompaña el tema de manera alegre”.
De otras entidades, hay grabaciones con el Himno Nacional y un canto popular en mazahua, en el Centro Ceremonial Mazahua en Santa Ana Nichi, municipio de San Felipe del Progreso, estado de México, o de un danzón interpretado en vivo un domingo de 2016 por la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de Querétaro en el jardín Zenea, en la capital queretana.
Otros de los paisajes sonoros registrados es el de “la entrada de un norte fuerte” en Dzidantún, Yucatán, el 8 de febrero de 2022, en el que “sonidos de la lluvia se combinan con el cantar de los pájaros y los ladridos de los perros.
El origen del proyecto –en el cual es posible participar registro previo en la citada página web– se remonta a finales de la primera década de este siglo. Responde a la conciencia de que el sonido, ciertas clases y tipos de éste, forma parte también del patrimonio cultural, histórico y social de todo pueblo. De allí la importancia de protegerlo, preservarlo y registrarlo, porque, como ocurre con otros bienes culturales, existen sonidos en riesgo de extinción, como el de algunas lenguas originarias o el de ciertos animales u oficios.