El arte no es “una cura mágica para la incertidumbre”, pero “sí nos acompaña para ir gestionando lo que va ocurriendo, tanto para quien lo crea como para quien lo observa”, sostiene la escritora Ana Pazos, autora de la novela Salir al mundo.
El texto, editado por Planeta y presentado hace unos días, narra la historia de una niña de 12 años que asume el cuidado de su mamá y otros desafíos. “Elisa conoce a Érica, amiga de su madre, que es pintora y le presenta el mundo de arte. La hija descubre que tiene facilidad para el arte y se refugia en él como una válvula de escape, una manera de procesar su preocupación y sus emociones”, dice la narradora en entrevista.
En su primera novela, la autora manda el mensaje de que el arte “juega un papel muy importante, que todos podemos servirnos de la creatividad para transitar las situaciones difíciles de la vida, para que nos acompañe y nos ayude a procesar lo que sentimos.
“Cualquier expresión artística, sin importar si tenemos talento para ella, nos permite ver nuestro mundo interior en el exterior. Es como si tomáramos una muestra de nuestro mundo interior y es muy revelador, puede hablar de lo que estamos sintiendo, lo que estamos pasando. Es una buena herramienta de autoconocimiento.”
Pazos opina que “el arte es un elemento muy importante para la salud mental, tanto para quien lo genera como para quien observa. Por ejemplo, si vivimos en una ciudad como la de México, donde no hay muchos espacios de naturaleza, tener una obra de arte que la evoque nos hace reconectar con ella, con la belleza y esas pequeñas cosas por las que estamos agradecidos.
“Es un lenguaje universal que, sin importar el lugar del que seas, nos ayuda a comprendernos y todos lo podemos hablar, algunos con más habilidad que otros, pero al final todos podemos hacer arte. Por esto creo que su papel es fundamental.”
La protagonista del libro se siente ansiosa e imagina que construye una caja de origami que la protege, pero en realidad tendrá que abandonar ese espacio durante la narración. “Por eso el libro se llama Salir al mundo, porque debe dejar esta zona de confort muy incómoda en la que vive y encontrar un lugar que no es el de ser la madre de su madre”.
Ana Pazos rechaza que este título sea una novela de infancia, porque tiene una estructura coral: “Hay varias historias que se entrelazan a la suya, incluidas las de personajes adultos. Además, la protagonista vive en un mundo que no es el de una adolescente, no es rosita, ni fácil, ni inocente; es un mundo lleno de matices oscuros y desafíos”.
La autora dirige la plataforma digital Bicaalú, cuya finalidad es “fomentar la creatividad y hacer que nuestros seguidores se sientan inspirados a generar un impacto positivo a través de la difusión cultural, el arte y diferentes ramas del conocimiento.
Sostiene que este trabajo “es algo muy integrado en mí: esta necesidad de utilizar la creatividad como terapia. Como es algo muy importante para mí, se manifestó también en este medio y lo lleve después a mi novela. Supongo que se irá expresando en otros proyectos que haga en el futuro”.
La narradora extiende la importancia a cualquier actividad, ya sea deportiva, científica o altruista, que nos permita “dar un sentido más constructivo a las cosas malas que nos suceden. En sicoanálisis se llama sublimación. Todo eso que a lo mejor se siente un hervidero por dentro y no sabemos cómo sacar, lo podemos convertir en algo constructivo”.
Menciona que, “desafortundamente, conforme crecemos, nos van aleccionado a que debemos ser productivos, encajonados en cierto molde y que la creatividad es un pasatiempo, pero creo que ésta debe permear todas las actividades humanas y que, de alguna manera, es nuestra salvación: sin la creatividad ni siquiera habría vacunas para el covid-19.
“La novela surgió en un momento preciso; pueden escapar de la pandemia un rato con ella, pero también maneja la idea de que en realidad es muy poco lo que podemos controlar, que debemos tener una gran tolerancia a la frustración y a veces simplemente confiar en la vida. Cuando el mundo se torna caótico, como en nuestros tiempos, lo único que podemos controlar es nuestro mundo interior, cómo percibimos las cosas. Es el mensaje para todos.”