Moscú. Rusia prohibió ayer la entrada a su territorio, de manera indefinida, del primer ministro Boris Johnson, y otros 12 altos funcionarios del gobierno británico, en respuesta a las sanciones de Londres aplicadas contra Moscú por la operación militar desplegada en Ucrania.
En marzo se tomaron medidas similares contra el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, junto al director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), William Burns, y el secretario de Estado, Anthony Blinken.
Gran Bretaña forma parte de una campaña internacional para castigar a Rusia con un bloqueo de activos, prohibición de viajes y sanciones económicas después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, trasladara a sus tropas a Ucrania el 24 de febrero. Pese a la medida, Gran Bretaña aseguró que, junto con sus socios internacionales, continuarán con su apoyo a Ucrania y pidieron al Kremlin detener la guerra, según un comunicado de la cancillería británica citado por la cadena Sky News.
El Ministerio de Exteriores ruso señaló que la medida se tomó en respuesta a “la campaña mediática y política desenfrenada de Londres dirigida a aislar a Rusia y crear condiciones para contener al país y asfixiar la economía nacional”.
Entre los sancionados figuran el viceprimer ministro, Dominic Raab, y los ministros de Asuntos Exteriores, Elizabeth Truss; de Defensa, Ben Wallace; Transportes, Grant Shapps; Interior, Priti Patel; Tesoro, Rishi Sunak; Emprendimiento, Energía y Estrategia Industrial, Kwazi Kwarteng, y Digitalización, Cultura, Medios de Comunicación y Deporte, Nadine Dorries.
La lista la completan el secretario de Estado para las fuerzas armadas, James Heappey; la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon; la fiscal general para Inglaterra y el País de Gales, Suella Braverman, y la ex primera ministra y diputada conservadora Theresa May.
“A la luz de las acciones hostiles sin precedentes del gobierno británico, en particular, las sanciones contra altos funcionarios de la Federación de Rusia, se decidió incluir a miembros clave del gobierno británico y varias figuras políticas en la lista negra”, informó la diplomacia rusa.
Destacó que Gran Bretaña está agravando la situación en torno a Ucrania al enviar armas letales y coordinando semejantes acciones con los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Calificó de contraproducentes los intentos de Londres de promover más sanciones contra Moscú y advirtió que semejantes acciones no quedarán sin respuesta.
La semana pasada, en coordinación con la Unión Europea, Gran Bretaña impuso una serie de nuevas sanciones a 178 separatistas rusos en la región de Donbás, en el este de Ucrania, mientras el secretario de Relaciones Exteriores prometía tomar medidas enérgicas contra aquellos que “ayudaban e incitaban” a la maquinaria de guerra de Putin.
El Ministerio de Exteriores ruso reportó la noche del viernes la expulsión de 18 diplomáticos de la UE de Moscú, luego de que Bruselas declaró personas non gratas a 19 miembros de la misión rusa ante el bloque y la Comunidad Europea de la Energía Atómica.
Bajo este contexto, Oksana Marchenko, esposa del líder ucranio prorruso Viktor Medvedchuk, propuso a Johnson un intercambio de prisioneros a cambio de británicos, luego de que fue apresado el martes cuando al parecer intentaba huir hacia Rusia.
Maria Zajarova, vocera de la cancillería rusa, indicó que espera que Johnson “no sea lento en responder”.