La pandemia de covid-19 agudizó varios problemas sociales en el país. Para Quiera, la fundación de la Asociación de Bancos de México (ABM), el que más resalta es la cantidad de menores de edad en situación de calle, señala Carmela Pírez, su directora general.
Para disipar esta problemática social, que se suma a otras como la baja en el poder adquisitivo de las personas y el incremento de la población en el comercio informal, dice, es necesario luchar por la restitución de los derechos de estas personas.
“Ha habido afectaciones, desde familias que estaban en el límite de la vulnerabilidad y perdieron el ingreso, familias que trabajan en el comercio informal dejaron de percibir ingresos, son factores que tienen una afectación directa en niños y niñas; las causas que orillan a un menor a salir a la calle son la violencia, la falta de oportunidades y abusos”, menciona.
“Aumentó en la pandemia el índice de embarazo adolescente, la deserción escolar, quien no estaba en riesgo de estar en calle, pero si en el límite lo tuvo que hacer… Ha habido un incremento de mujeres en calle y ha bajado la edad en la que salen, hay pequeños de 5 años que están en esta situación”, plantea en entrevista.
En este sentido, menciona, una de las cosas en la cual se enfoca Quiera es en la restitución de los derechos de estos jóvenes.
“Debemos hablar de estos temas y ponerlos en la mira, porque si no se quedan invisibles. Cuando alguien en situación de calle se te acerca, no lo miras, te intimida, pero debemos reconocerlos como objetos de derecho, mirarlos a los ojos, realmente.”
Los menores de edad en situación de calle no lo hacen por decisión, sino por causas extraordinarias, pues “no están en condiciones de tomar este tipo de decisiones, por eso debemos restituir los derechos: acceso a educación, salud, familia, esparcimiento”.
De acuerdo con humanium.com, en el mundo hay cerca de 120 millones de niños en situación de calle, y 60 millones se encuentran en Latinoamérica. A su vez, en México, el 20 por ciento de los jóvenes de entre 12 y 19 años están expuestos a algún tipo de violencia.
“Tenemos varios retos, pero lo primero es visibilizar los problemas y también hay que ser conscientes de que no hay que dar dinero en la calle, porque das las herramientas para que los menores se queden ahí”, agrega.