La violenta manifestación de aficionados de Chivas, que increparon y trataron de agredir a los jugadores del equipo antes del partido de anoche ante Cruz Azul, ha encendido otra señal de alerta en el futbol mexicano. Aunque la Liga Mx inició desde marzo el proceso de credencialización de las barras, la directiva del Rebaño reveló que no ha logrado cumplir la norma, pues “las que apoyan a Chivas se rehusaron a hacerlo y sólo el uno por ciento acudió al llamado”.
Durante la noche del viernes, decenas de seguidores rojiblancos acudieron al hotel de concentración del equipo en la Ciudad de Méxi-co, donde tiraron el cerco de seguridad y rompieron los vidrios de la puerta de entrada. Entre cánticos, empujones e insultos, señalaron también a los jugadores por su bajo desempeño en el Clausura 2022. Los hechos quedaron documentados en videos y fotografías, pero trascendió que el alojamiento no presentará ninguna denuncia en el Ministerio Público.
La Federación Mexicana de Futbol (FMF) respaldó la postura de la Liga Mx, que reforzó los operativos de seguridad en los estadios con la intención de “cuidar la integridad de jugadores y aficionados”, y condenó cualquier acto que atente contra la paz y la seguridad, para que el futbol vuelva a ser un espacio de convivencia. “No tienen cabida los seudoaficionados que promueven y participan en actos de violencia. Debe imperar el respeto y la tolerancia”, precisó en un comunicado.
Tras la batalla campal del pasado 5 de marzo entre seguidores del Querétaro y Atlas, en el estadio Corregidora, Ricardo Peláez, director deportivo del Rebaño, dijo en entrevista con La Jornada que “la gente tiene derecho de ir al estadio, pero no a perjudicar” a sus equipos y que el contenido que circula en las redes sociales puede ser una causa de la violencia, “porque sólo hay críticas y cosas negativas. Yo nunca estaré en favor de eso”.
La directiva rojiblanca estudia la implementación de nuevas medidas de seguridad, a raíz de los acontecimientos en su hotel de concentración. “Lo ocurrido no representa a nuestra verdadera afición y se suma a una serie de hechos violentos impulsados por seudoaficionados en distintas plazas del país con diferentes equipos”, explicó el club.
Medidas de control, deficientes: especialista
Fernando Segura, doctor en sociología por la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París y especializado en la violencia en el futbol, consideró que las medidas empleadas por directivos de la Liga Mx para erradicar a las barras despertaron una reacción más agresiva contra jugadores y directivos.
“Además del vandalismo, que nunca es bueno, el malestar que existe es por cómo se está tratando el asunto. Los directivos piensan que, por tomar decisiones desde un escritorio y hacer decretos, todos estos grupos van a acatar lo que ellos dicen, y no es así. Las decisiones que están tomando es parte del malestar que hay”, expuso.
En redes sociales, la denominada barra La Irreverente sostuvo que “los directivos mienten” al decir que los grupos de animación rojiblancos no quisieron acreditarse y que “jamás se nos informó el motivo, razón o justificación de hacerlos a un lado. La violencia no sólo es física, también es censurar y erradicar la libertad de expresión”, agregó en un comunicado, acusando la falta de un diálogo frontal.