Isabella Leonarda (1620-1704), monja italiana notable por ser la primera mujer en publicar sus sonatas, fue la figura estelar del concierto más reciente de la Academia de Música Antigua (AMA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El breve concierto –cerca de un cuarto de hora– estuvo integrado por tres piezas de la Musa Novarese. Se transmitió de manera virtual por redes sociales la noche del miércoles como parte de las jornadas de mujeres en la música que organiza la casa de estudios.
“Hoy les vamos a presentar una selección de obras instrumentales y vocales de una de las compositoras más brillantes y prolíficas del barroco italiano”, describió brevemente Eunice Padilla, directora artística de la agrupación universitaria que busca impulsar la formación profesional de jóvenes especialistas en obras creadas en los siglos XVII y XVIII.
“Fue una compositora tardía, pues tenía más de 50 años cuando empezó a componer con regularidad”, explicó Padilla. Dejó impresas alrededor de 200 obras. “En 1693, a los 73 años, publicó su libro de sonatas de iglesia para varios instrumentos opus 16”.
Únicamente mujeres ocuparon el escenario de la sala Nezahualcóyotl para interpretar la obra intermedia del programa: el motete a cuatro voces femeninas Ave Regina, de 1684, a manera de recreación de las prácticas musicales que se llevaban a cabo en el convento de Santa Úrsula, en Novara, ciudad natal de la compositora.
Esta pieza permitió conocer el lado sacro de su estilo compositivo, con la interpretación de las sopranos Yunuén Xolotzin Flores y Fernanda Mondragón, y las contraltos Ingrid Fueli y Smirna Salinas.
Isabella Leonarda nació en el seno de una familia aristócrata en 1620. A los 16 años ingresó al convento de Santa Úrsula, donde probablemente continuó con la formación musical recibida en casa. Permaneció toda su vida en ese espacio religioso, donde fue profesora de música, madre superiora y abadesa. Murió en 1704 a los 83 años.
Isabella Leonarda fue autora de una vasta producción vocal e instrumental. Cultivó los géneros más importantes de su época, principalmente música sacra, como motetes (canciones polifónicas para ser cantadas en las iglesias), misas y salmos.
“Destaca particularmente porque fue la primera mujer que publicó una colección de obras instrumentales, contribuyendo a establecer la forma estándar de la sonata en el barroco”.
La obra que dio inicio al recital fue la Sonata en trío opus 16, no. 7 (1693), conformada por pequeños movimientos de tempo y carácter contrastante, en la que se reforzó la oposición con la variedad tímbrica de la combinación de violines, en las partes rápidas, y con la flauta traversa en los movimientos de carácter lento y tranquilo, explicó la directora de la orquesta juvenil.
Otra de las sonatas en trío opus 16, no. 6, de estructura e instrumentación semejantes a la anterior, cerró la presentación de la AMA.