Brasilia. “Me gustó, me gustó”. Sin apartar la mirada de uno de los dos Iphone que sostiene en sus manos, samela Awiá, una indígena del pueblo amazónico Sateré Mawé, aprueba un video que se convertirá en un post en sus redes sociales.
Se trata de un minirreportaje para que sus 55 mil seguidores en Instagram sepan qué está pasando dentro de Terra Livre, el mayor campamento indígena de Brasil, convocado anualmente por los pueblos originarios en Brasilia.
En la edición 18 del cónclave, que concluyó ayer, los activistas se manifestaron especialmente en contra de un paquete de proyectos del gobierno del presidente Jair Bolsonaro, al cual consideran nocivo para su subsistencia.
Pero, además de movilizarse en concentraciones, algunos jóvenes como Samela apuestan cada vez más por las redes sociales, un foro moderno que les sirve para defender sus tradiciones ancestrales y amplificar la lucha por los derechos de sus pueblos, en momentos en que cientos de comunidades temen por un avance de las manchas urbanas o industriales sobre sus tierras.
“Los líderes indígenas anteriores tuvieron sus herramientas de lucha, sus armas... la juventud trae una nueva forma de resistencia que consigue hacer una gran diferencia para el movimiento”, explica a la Afp esta influencer de 25 años.
En sus redes, Samela se presenta como artesana, comunicadora y activista digital. Oriunda de Manaos, capital del norteño estado de Amazonas, llegó a Brasilia para participar, junto a otros miles, de la asamblea y de una serie de protestas.
“Hola, soy Samela y estoy en el campamento indígena”, se presenta en el video que subió la joven, viste ropa tradicional, un penacho de plumas azules en la cabeza, brazaletes y aros con plumas a juego.
“Ven conmigo, que te voy a mostrar lo que está pasando (...) Nosotros simplificamos la noticia”.
Cuando genera contenido, se dirige a sus parientes en la aldea, quienes todavía no entienden el alcance de los proyectos de ley que están a discusión en Brasilia, y también a otros brasileños y ciudadanos del mundo para que interioricen la realidad de los indígenas y su “lucha justa”, explica.
Apoyado por sus aliados de la agroindustria en el Congreso, Bolsonaro pretende acelerar varios proyectos de ley considerados perjudiciales para los indígenas y el medio ambiente, entre ellos uno que busca legalizar la explotación minera en las reservas.
Actualmente, 900 mil indígenas (0.5 por ciento de la población) viven en Brasil, pero las reservas que han sido su asentamiento ocupan 13 por ciento del vasto territorio nacional.
Con la misma meta que Samela, y también para desterrar prejuicios acerca de los indígenas, Tukuma, un joven del pueblo Pataxõ, en el sur de Bahia (noreste), elige Instagram para levantar la voz.
“¿No cree que es demasiado moderno para un indígena?”, pregunta irónicamente Tukuma en una de sus recientes publicaciones, un video en el que aparece con la funda de un teléfono inteligente en sus manos.
Él critica de esta forma el mote Indio del Iphone, utilizado comúnmente contra él y otros que comparten su tipo de activismo para deslegitimar a los miembros de pueblos originarios que emplean objetos tecnológicos modernos.
“¿Tenemos que pararnos en el tiempo?”, justifica en el texto del video.
Con 172 mil seguidores, Tukumã, de 22 años, es casi una celebridad dentro de Terra Livre y cuando camina por la sede, lo detienen por otros indígenas que le piden tomarse fotos.
“La juventud es muy importante dentro de la lucha de las comunidades. Antiguamente, nuestros ancianos llegaron a Brasilia para luchar por el territorio, y, sin siquiera saber cómo llegar, lo hicieron”, explica Tukumã, quien se dice en lucha por el futuro de la Tierra y de la humanidad.
“Hoy tenemos la tecnología a nuestro favor, conseguimos alcanzar al mundo y estamos haciendo eso: traer a nuestro favor la tecnología para que se convierta en una herramienta de lucha.”