Pekín. China afirmó ayer que “está del lado correcto de la historia”, y rechazó “cualquier tipo de presión o coerción” sobre su relación con Rusia, luego de que Washington advirtió que su negativa a sancionar a la nación euroasiática podría afectar su relación con otras economías.
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, expuso antier que Pekín debe usar su “relación especial con Moscú” para poner fin a la guerra en Ucrania, a lo que el vocero de la cancillería china, Zhao Lijian, replicó que su país ha tenido un papel constructivo al llevar a cabo “labores significativas para reducir las tensiones alrededor de la situación, desactivar la crisis y reconstruir la paz”.
China se niega a condenar la invasión rusa a Ucrania, iniciada el 24 de febrero, así como a referirse al conflicto como una guerra, y ha rechazado la cascada de represalias comerciales que Estados Unidos y sus aliados impusieron a la nación gobernada por Vladimir Putin.
“Nos oponemos a las acusaciones y sospechas infundadas contra China, y no aceptaremos ninguna presión o coacción. El tiempo dirá que las reivindicaciones de China están en el lado correcto de la historia”, sostuvo Zhao.
Yellen manifestó que China “no puede esperar que la comunidad mundial respete sus llamados a los principios de soberanía e integridad territorial en el futuro si no respeta esos valores ahora”.
También advirtió que los países que socaven las sanciones que Washington y sus aliados han impuesto a Moscú enfrentarán las consecuencias de sus acciones.
La Casa Blanca matizó de nuevo declaraciones del presidente Joe Biden, quien esta semana calificó de “genocidio” las acciones de la tropas rusas en Ucrania, y afirmó que el mandatario no pretende adelantarse “al trabajo de los tribunales internacionales”, sino que “habla de lo que siente”.
Jen Psaki, vocera presidencial, aseguró que “Putin está atacando brutalmente a los civiles” en Ucrania y hablaba de “esas atrocidades y lo que está viendo en el terreno” al referirse a un “genocidio”.
Admitió que “hay un proceso legal” por el que estas acciones serán juzgadas y que el mandatario estadunidense “no se está adelantando” al trabajo de los juzgadores internacionales, sino que “habla de lo que siente”.
Cerca de 100 soldados estadunidenses, acompañados de sistemas de artillería pesada modelo Paladin, aterrizaron ayer en Lituania para reforzar el despliegue militar.
En tanto, el vicecanciller de Alemania, Robert Habeck, aseveró que fue un “error diplomático” el rechazo de las autoridades ucranias a la visita a Kiev del presidente Frank-Walter Steinmeier.
El martes, trascendió la disposición del jefe de Estado con el fin de reunirse con el presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, como parte de una gira por Polonia, Lituania, Letonia y Estonia, pero el mandatario rechazó esta posibilidad. Berlín se dijo “sorprendido” y afirmó que Steinmeier ha mostrado una postura “muy clara e inequívoca” del lado de Ucrania en esta coyuntura.
A principios de este mes, el embajador de Ucrania en Alemania, Andriy Melnik, criticó lo que consideró “cercanía” de Steinmeier con Rusia.
El jefe de Estado alemán admitió que su apoyo al gasoducto alemán-ruso, Nord Stream 2, fue un error.