Roma. La fotógrafa italiana Letizia Battaglia, quien documentó el mundo de la mafia siciliana a lo largo de su carrera, a través de fotos en blanco y negro, algunas de cuerpos perforados por balas, murió el miércoles por la noche en Palermo (Sicilia) a los 87 años.
Considerada una de las fotógrafas más importantes del mundo, galardonada con numerosos premios, Letizia Battaglia retrató en los años 80 la violencia de la mafia como periodista de crónica negra del diario L’Ora, logrando demoler con sus fotos la imagen romántica e idealizada de la Cosa Nostra transmitida a través de películas y libros.
Para el alcalde de la capital siciliana, Leoluca Orlando, fue “una mujer extraordinaria”, que desempeñó “un papel emblemático en el proceso de liberación de Palermo de las garras de la mafia”.
Activista antimafia, fue la primera mujer fotógrafa de un diario y participó activamente en la política local, llegando a ser elegida integrante de la asamblea regional de Sicilia.
“Éramos testigos de esa violencia y el mundo tenía que saberlo”, contó en 2006 durante una exposición de sus fotografías en Roma.
“Había hasta cinco asesinatos al día”, recordó en esa ocasión.
El ministro italiano de Cultura, Dario Franceschini, rindió homenaje a “una gran fotógrafa, una gran italiana que, con su arte y sus fotografías, lideró batallas importantes”, escribió.
En un callejón, en una carnicería, en un autobús
En sus fotos tomadas en un callejón de Palermo, en el interior de un apartamento, frente a la pared blanca de una carnicería o en la parte trasera de un autobús o de un coche, destacaba siempre un cadáver, sea en un charco de sangre o con el rostro desfigurado por una bala.
Imágenes históricas de la guerra por el poder desatada por los sanguinarios Totó Riina y Bernardo Provenzano, líderes históricos de la Cosa Nostra. Años en que los capos mafiosos ordenaron centenares de ejecuciones espectaculares y asesinatos de magistrados, políticos, periodistas y sindicalistas.
Interrumpió su carrera de fotoperiodista al inicio de los años 90 para dedicarse a la lucha contra la mafia, la enseñanza y la sensibilización.
Recibió el prestigioso premio Eugene Smith y su vida fue narrada en 2019 en el documental Shooting the mafia (Disparando a la mafia), de Kim Longinatt, presentado en el Festival Internacional de Cine de Berlín.