La neurofisióloga Matilde Valencia y un grupo de colaboradores nacionales y extranjeros unidos en el estudio del sueño y su aplicación clínica escribieron una obra que incluye la información completa sobre la técnica de la polisomnografía (PSG): aspectos básicos y calificación, interpretación y aplicación en la práctica clínica.
El libro de la doctora Valencia, editado por la Facultad de Sicología de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Hospital Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, es importante por su publicación en español. Lo existente se encontraba disperso en diferentes fuentes en el idioma inglés. El texto servirá para consolidar el desarrollo de la medicina del dormir en México, España y Latinoamérica. (O sea caminante no hay camino, se hace camino al andar.)
En apretada síntesis me permito referir los puntos centrales de la obra que comento, en especial los relativos a las quejas que se escuchan cotidianamente en las conversaciones relacionadas al “no puedo dormir” que en contadas ocasiones se resuelven en la medicina del dormir.
Al caracterizar el sueño en dos estados Sueño NMOR y Sueño MOR llevó a los estudiosos a entender que la fisiología difiere entre la vigilia y el sueño, que es otra, al dormir, y que cambia durante el mismo sueño; este conocimiento se dio gracias a una técnica que fue evolucionando hasta llegar a lo que hoy se conoce como polisomnografía (PSG).
La PSG permite medir el dormir en todas sus fases o etapas; permite ver y contar durante el sueño el movimiento de los ojos, casi siempre asociado con la actividad onírica; el movimiento de las extremidades; la frecuencia cardiaca, ritmo y alteraciones; las arritmias, la frecuencia respiratoria y las obstrucciones (apneas), y la cascada de eventos asociados, como la hipoxemia e hipercapnia, así como cambios en la actividad eléctrica cerebral, cuya actividad, mediante amplificadores, se adquiere, recolecta, grafica e interpreta de acuerdo con el conocimiento generado por los somnólogos durante décadas de trabajo.
Gracias a la PSG ahora sabemos que el cerebro puede estar incluso más activo que en la vigilia, como ocurre durante el Sueño MOR. Posteriormente, en los años 60 diríamos que nace la medicina del dormir. Se registra continuamente el periodo de sueño y diversas señales fisiológicas de forma simultánea: electroencefalografía, electrooculografía, electromiografía, flujo aéreo, esfuerzo respiratorio, electrocardiografía, oximetría, ronquido y postura. Continuaré la semana próxima.