La gobernadora panista de Chihuahua, María Eugenia Campos, se entrevistó este jueves en Austin con el gobernador de Texas, Greg Abbott. Ambos firmaron un compromiso de colaboración binacional para combatir el tráfico de drogas y de migrantes, con lo que cesarán las inspecciones a camiones de carga que retrasaron el tránsito hacia territorio estadunidense esta semana, y causaron pérdidas millonarias.
Campos y Abbott dieron a conocer sus acuerdos ayer en conferencia de prensa. El texano informó en el evento que tuvo contacto con los gobernadores de Tamaulipas y de Coahuila, Francisco Javier García y Miguel Ángel Riquelme, respectivamente, y previó que se reuniría con ambos este viernes.
Abbott consideró que la propuesta de colaboración en cuanto a seguridad del gobierno de Chihuahua era “el mejor plan de seguridad fronteriza que he visto de cualquier gobernador de México”, y aseguró que los puentes internacionales entre Chihuahua y Texas “volverán a la normalidad de inmediato, y los funcionarios de Chihuahua trabajarán” para reducir la migración indocumentada “de México a Texas”.
Agregó que en tanto “Chihuahua ha detallado un plan para asegurar la frontera, el Departamento de Seguridad Pública de Texas puede volver a su estrategia anterior de búsquedas aleatorias (de indocumentados y estupefacientes en vehículos de carga) con efecto inmediato”.
Las propuestas de seguridad fronteriza de Campos implican trasladar la sede de la Secretaría de Seguridad Pública estatal de la capital de Chihuahua a Ciudad Juárez.
El miércoles pasado, Abbott signó con Samuel García, gobernador de Nuevo León, un “memorando de entendimiento y compromiso” similar al concretado con Chihuahua.
Con su política de revisiones minuciosas, el republicano Abbott buscó presionar a la administración federal estadunidense, que encabeza el presidente emanado del Partido Demócrata, Joe Biden, a que se mantenga cerrada la frontera de su país a los centroamericanos que solicitan asilo, y para reclamar contra la decisión de terminar con la deportación automática de migrantes bajo la ley de salud pública conocida como Título 42.
Con el acuerdo entre los gobiernos chihuahuense y texano se ordenó la apertura inmediata de los puentes internacionales entre Ciudad Juárez y El Paso, lo que agilizó el tráfico de vehículos de carga, que ayer por la mañana implicó filas que duraron al menos 12 horas, en condiciones que choferes de tráilers llamaron “inhumanas”, sin servicios sanitarios ni agua para beber.