El gobierno de Estados Unidos reconoció que las inspecciones realizadas en la frontera de Texas han causado interrupciones significativas en las cadenas de suministro, además de calificarlas de innecesarias.
“Las inspecciones innecesarias y redundantes del gobernador Abbott a los camiones que transitan por los puertos de entrada entre Texas y México están causando interrupciones significativas en las cadenas de suministro de alimentos y automóviles, retrasando la fabricación, afectando los empleos y aumentando los precios para las familias en Texas y en todo el país”, dijo Jen Psaki, secretaria de prensa de la Casa Blanca.
Refirió que las empresas locales y las asociaciones comerciales han pedido al gobernador Abbott que revoque esta decisión porque los camiones enfrentan largas demoras en algunos cruces fronterizos y el tráfico comercial se ha reducido hasta en 60 por ciento.
El 6 de abril, Greg Abbott, gobernador de Texas, anunció que todo el flujo comercial proveniente de México sería sometido a inspecciones de funcionarios estatales después de pasar por una inspección federal en los puertos de entrada, con fines de contención migratoria.
“El flujo continuo de comercio y viajes legítimos y la capacidad para hacer su trabajo no deben obstruirse. Las acciones del gobernador Abbott están afectando los trabajos de las personas y los medios de subsistencia de las familias estadunidenses trabajadoras”, agregó Psaki.
Según el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), las pérdidas diarias esas medidas son de 8 millones de dólares.
Luis Enrique Zavala, especialista en comercio exterior, consideró que las afectaciones para el comercio mexicano pueden ser “brutales” en caso de que no se resuelva a la brevedad el caso; sin embargo, planteó, las acciones ejercidas por Texas no son ilegales.
“El 70 por ciento de las operaciones de comercio exterior se verán afectadas, porque habrá que cambiar los modelos de transporte y eso significa incrementos en los costos para todos. Por ejemplo, si se decide ir por la vía marítima, hay un incremento en el precio de los contenedores por las cadenas de valor actuales; entonces la decisión afecta mucho a las exportaciones”, refirió.
Zavala, quien fue director general de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana, apuntó que el principal cruce fronterizo que es utilizado en el país es el de Nuevo Laredo con Texas, y las grandes empresas ahora tendrán que buscar soluciones para mover sus insumos por vía aérea o marítima, ya que la opción de transitar por el tramo de Caborca a California, por ejemplo, resulta inseguro para las grandes firmas.
Agregó que hay que considerar que los gobiernos estatales en Estados Unidos pueden poner estos mecanismos pese al T-MEC; “entonces lo que hace Texas no es ilegal, y también hay que recordar que hay elecciones en el país vecino, y todo vale en este tema”.
Abbott cede y abre puente que une con NL; anuncia acuerdo de seguridad con Samuel García
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Austin. El gobernador de Texas, Greg Abbott, desafió el miércoles la creciente presión para que ponga fin de inmediato a las inspecciones de camiones que han atascado la frontera entre Estados Unidos y México durante varios días, y dijo que a pesar de las filas de varios kilómetros y la descomposición de productos, no rescindiría su orden en todos los cruces hasta que existan más garantías de seguridad.
Sin embargo, el republicano sí retiró las inspecciones en un puente internacional después de anunciar que llegó a un acuerdo para reforzar la seguridad con el gobernador de Nuevo León, Samuel García, estado que se ubica del otro lado de la frontera con Texas.
Abbott dijo que esperaba que funcionarios de otros tres estados mexicanos que colindan con Texas siguieran los pasos de Nuevo León y prometieran mayor seguridad.
Por lo pronto, los camioneros seguirán estancados en otros puntos de los mil 900 kilómetros de frontera con Texas, incluyendo ciudades donde las demoras han durado más de 12 horas y provocado la frustración de camioneros que han bloqueado los puentes en señal de protesta. Uno de esos lugares es el Puente Internacional Pharr-Reynosa, que ha permanecido prácticamente cerrado desde el lunes por las protestas de transportistas.
Alrededor de 3 mil camiones cruzan el puente de Pharr en un día normal, según la Cámara Nacional de Transportes de Carga. El puente es el mayor puerto terrestre para el ingreso de verduras a Estados Unidos. México suministra alrededor de dos terceras partes de las verduras que se venden en Texas.
El descontento también se ha extendido a miembros del partido de Abbott. El comisionado de Agricultura de Texas, Sid Miller, dijo que las inspecciones son una “política catastrófica” que está obligando a algunos camioneros a desviarse cientos de kilómetros hacia Arizona.
En tanto, los gobernadores de los estados de Coahuila y Tamaulipas, que también colindan con Texas, enviaron cartas a Abbott en las que dijeron que las inspecciones eran demasiado vehementes y causaban caos y daños económicos en ambos lados de la frontera.
El estancamiento es consecuencia de una iniciativa que Abbott asegura es necesaria para frenar el tráfico de personas y el trasiego de drogas. Abbott ordenó las inspecciones como parte de las “medidas sin precedente” que prometió en respuesta al hecho de que el gobierno del presidente Joe Biden puso fin a una ley de salud pública que ha limitado las solicitudes de asilo para evitar la propagación del covid-19.
El Departamento de Seguridad Pública de Texas es el encargado de las inspecciones adicionales, e informó que hasta el lunes, había revisado más de 3 mil 400 vehículos comerciales y había puesto a más de 800 “fuera de servicio” por violaciones que incluyen defectos en frenos, neumáticos o luces. No mencionó si se encontraron migrantes o drogas durante las inspecciones.