El domicilio del activista y abogado Juan Carlos Flores y la periodista Myriam Vargas, ubicado en la comunidad de Santa María Zacatepec, Puebla, fue allanado dos veces en días recientes por desconocidos, quienes ignoraron algunos objetos de valor y realizaron actos que las víctimas interpretan como “amenaza de muerte”.
Lejos de ser un episodio aislado, las intrusiones en el domicilio de la pareja podrían formar parte de “una estrategia de desarticulación contra el movimiento de defensa del territorio contra el Proyecto Integral Morelos (PIM), que tiene detrás la industrialización del territorio y la instalación de nuevos parques industriales en toda la región”, consideró Flores.
En entrevista con La Jornada detalló que la primera incursión al domicilio fue el 5 de abril. Los intrusos rompieron la puerta exterior que resguarda el terreno, luego el candado de la entrada principal del inmueble, después ingresaron al inmueble y robaron algunas cosas.
Aunque se llevaron una televisión, una impresora y un horno de microondas, dijo Flores, también ignoraron otros objetos de valor, al tiempo que dejaron un cuchillo sobre la cama de la pareja y cortaron un árbol del patio con machetes y palas, además de que revisaron algunos documentos personales del activista.
Cinco días más tarde, la casa de la pareja de nuevo fue allanada por personas que entraron, esta vez por la ventana de un cuarto y hurtaron dos bombas de agua y un tanque de gas.
“Hemos platicado con organizaciones expertas en seguridad y defensores de derechos humanos y coincidimos en que se trata de una intimidación y amenaza de muerte, por el corte del árbol, la colocación del cuchillo en la cama, el robo ambiguo –donde no se llevan todos los objetos de valor– y la revisión de documentos personales”, dijo Flores.