La inflación general en Estados Unidos alcanzó otro máximo interanual de cuatro décadas en marzo, impulsado por el aumento vertiginoso de los costos de la energía y de los alimentos.
Ante este incremento, producto de las restricciones de suministro y la fuerte demanda de los consumidores, la inflación de Estados Unidos se aceleró a 8.5 por ciento en marzo, un nuevo máximo desde diciembre de 1981, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales.
La tasa de inflación de Estados Unidos siguió por arriba de la mexicana, que en marzo fue de 7.45 por ciento, lo cual tiene una implicación para México por su relación comercial con dicha economía, así como por la importación de gasolinas.
Lo anterior ha incrementado la expectativa de que el banco central estadunidense adoptará una postura de política monetaria más restrictiva; es decir, aumentará más rápido las tasas de interés y el Banco de México tiene poco margen.
El incremento general de precios al consumidor anual del tercer mes del año se ubicó por encima de las previsiones del mercado de 8.4 por ciento y del 7.9 por ciento de febrero.
Por su parte, la inflación anual subyacente, excluyendo alimentos y energía, y que representa 79.05 por ciento del índice de precios de Estados Unidos, aumentó 6.5 por ciento en marzo con respecto al mismo mes de 2021, desde 6.4 por ciento de febrero, por debajo de las expectativas del mercado de 6.6 por ciento; aun así es la mayor tasa anual de inflación desde agosto de 1982.
Marco Oviedo, analista económico independiente, aseveró que “el dato de inflación en Estados Unidos es un reflejo de lo que está sucediendo en todo el mundo: presiones en energéticos y alimentos. En la medida que no contaminen al resto de precios, la inflación empezará a bajar”.
El rubro de energía, que representa 7.55 por ciento del índice de precios, mostró una inflación mensual de 11 por ciento.
Punto muerto
La reacción del peso mexicano al dato de inflación estadunidense fue positiva, apoyada de un menor nivel de inflación subyacente, y extendió sus ganancias frente al dólar por cuarta sesión consecutiva.
La moneda mexicana cerró ayer con una apreciación ante la estadunidense de 0.50 por ciento, equivalente a 9.88 centavos, para cerrar en 19.8211 pesos por dólar spot.
Mientras tanto, el presidente ruso Vladimir Putin admitió que las negociaciones con Ucrania están en punto muerto, por lo que el precio del petróleo volvió a repuntar arriba de 100 dólares por barril.
El precio del WTI se ubicó en 100.50 dólares por barril, con un aumento de 6.59 por ciento. Mientras tanto, el Brent se incrementó en 6.14 por ciento y cerró cotizando en 104.53 dólares por barril. La mezcla mexicana, por su parte, cerró en 97.16 dólares por barril, lo que representó un alza de 5.7 por ciento.
Séptima caída al hilo
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) advirtió de los riesgos que representaría imponer sanciones a las exportaciones rusas de crudo. En tanto, la OPEP recortó su previsión de demanda de petróleo en 2022 en 100 mil barriles diarios.
Wall Street y la Bolsa Mexicana de Valores cerraron en terreno negativo. En México, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) cayó 1.02 por ciento, a 53 mil 907.25 unidades, afectado por la pérdida del precio de las acciones de Grupo México, 5.24 por ciento; Alpek, 4.69, y Bimbo, 3.01 por ciento, que lo llevaron a su séptima jornada negativa consecutiva.