Ciudad de México. Con las obras Impermanente, de Yazmín Barragán, y ¡Esquina bajan!, de Nellie Happee, Agustina Galizzi, primera bailarina de la Compañía Nacional de Danza (CND), se des-pide de los escenarios este 28 y 30 de abril en el Palacio de Bellas Artes.
La bailarina clásica de origen argentino comparte en entrevista que fue difícil tomar la decisión de abandonar los escenarios, pero desde hace un par de años ya había pensado en este momento.
“Siempre quise ser yo la que dejara de bailar y no que me dejaran por ya no poder bailar. Fui consciente de eso porque cuando un bailarín llega a los 40 años su cuerpo no es el mismo; creo que de los 35 a los 40 años es un proceso difícil porque tienes que mantenerte muy entrenado y ser disciplinado, porque tu cuerpo y energía no es la misma que cuando tenías 20, así que todo eso me hizo pensar en que pronto iba llegar este momento.”
Explicó que durante la pandemia, estar en casa con un ritmo de vida más tranquilo, sin el estrés que sufren los bailarines, le hizo reflexionar en vivir de esa manera, aunado a que su cuerpo ya le pedía otra cosa.
“Estar en casa con mi hija más tiempo y prestarle más atención, porque en esta profesión es difícil y uno sacrifica mucho la maternidad, fue un detonante y lo decidí de un día para otro. Siempre quise ser yo la que lo decidiera y no que lo decidieran por mí.”
Galizzi, quien en enero pasado cumplió 22 años de pertenecer a la CND, alcanzó en 2009 la más alta categoría del ballet: primera bailarina. Originaria de Buenos Aires, Argentina, ingresó a la agrupación en 2000, tras egresar del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón.
En 1995 obtuvo la Medalla de Plata en el Festival del Mercado Común del Sur (Mercosur). Ha sido invitada a bailar al lado de artistas de trayectoria internacional en distintos festivales y galas de Argentina, Paraguay, Uruguay, Brasil, Ecuador, Chile y Estados Unidos.
Entre los papeles más significativos que ha interpretado destacan los protagónicos de obras como Carmen, Eugenio Onegin, La fierecilla domada, Romeo y Julieta, Manon, Giselle, El lago de los cisnes y La sílfide y el escocés.
La bailarina sostiene que ha tenido una carrera plena y se siente satisfecha por todo lo que ha logrado. “He tenido altas y bajas, pero en la compañía siempre apostaron por mí y me lo hicieron saber desde que llegué. Para mí eso fue muy importante, además de pertenecer a esta institución que es la casa máxima de este país. Ha sido un orgullo y un honor pertenecer a ella.”
Sobre la pieza Impermanente, que interpretará en el escenario, Galizzi comparte que cuando el director Cuauhtémoc Nájera propuso que le montaran una obra para su despedida, ella pensó en Yazmín Barragán, quien fue su compañera en la CND y la conoce muy bien.
Se trata de una obra muy emotiva que está acompañada por la música de Johann Sebastian Bach.
Como parte del programa de despedida también bailará ¡Esquina bajan!, “un ballet alegre donde toda la compañía goza y quería que mis compañeros gozaran conmigo ese momento”.
Escogió ¡Esquina bajan! porque la maestra Nellie Happee “ha sido una persona muy importante para mí al darme la oportunidad de bailar todos los roles principales de sus obras y es como un pequeño agradecimiento a lo que ella me dio en mi carrrera”.
Añadió que ¡Esquina bajan! “es un ballet exclusivo de la compañía y un homenaje a México en agradecimiento por todo lo que me ha dado desde que llegué con dos maletas y llena de sueños hace 22 años”.
Galizzi, quien siempre se interesó en el ballet dramático como Manon, Romeo y Julieta y Giselle, seguirá en el mundo de la danza como docente y tiene otros proyectos para el próximo año relacionados con la danza contemporánea. “Seguiré en el ambiente de lo contemporáneo, ya no en puntas, y ayudando a mi papá (Mario Galizzi) a montar de nuevo sus obras. Tengo varios proyectos, pero serán sorpresa”.
La Compañía Nacional de Danza despedirá a Galizzi el 28 de abril a las 20 horas y el 30 a las 13 y 17 horas, en la sala principal del Palacio de Bellas Artes (avenida Juárez y Eje Central Lázaro Cárdenas).