A 100 años de la irrupción del modernismo brasileño, acaban de publicarse en México con el título de Resaca tropical, tres obras fundamentales de ese movimiento cultural que abarcó todas las artes.
Se trata de la traducción al español de los libros Paulicea desvariada, de Mário de Andrade (1893-1945); Pau Brasil y Manifiesto antropófago, de José Oswald de Sousa Andrade (1890-1954).
Los textos son acompañados con un ensayo del traductor mexicano Rafael Toriz (Xalapa, 1983), que da contexto histórico y dimensiona la importancia de esos materiales, que sólo han sido publicados en facsimilares en 1922, 1924 y 1928, respectivamente, y ahora son impresos primera vez en libro por Alias Editorial, proyecto encabezado por el artista Damián Ortega.
“Son una pequeña cámara de maravillas que se despliega como un mapa tanto para viajar al pasado como para orientarse hacia el mundo desde la creación del presente. Son un continente portátil y una máquina del tiempo que caben en la mano”, explica Rafael Toriz.
En entrevista, el crítico cultural define a Paulicea desvariada y Pau Brasil como dos mapas: el primero, de la ciudad de Sao Paulo, mientras el segundo, de todo aquel país sudamericano “visto por alguien que viene a reconocer qué es eso a lo que llaman Brasil. Pensarlos así, ayuda a tener una idea de qué se tratan estos dos libros tan distintos y tan complementarios a la vez”.
Subraya que si bien las voces de Mário de Andrade y Oswald de Sousa Andrade son disímbolas, ambos rompen con los modelos europeos de la época.“Los dos están como plantando su pica de Flandes diciendo: esto es Brasil, acá se habla, se sueña y se escribe en brasileño”, precisa, y agrega que mientras el primero es la voz del poeta cantando una ciudad, algo novedoso para aquel momento, del segundo destaca su complejidad, es más disruptivo, más eléctrico, más contemporáneo; hay en él una suerte de síncopa que va por un lado y por otro.
“Si fuera música, la partitura de Oswald es más rara, alucinante, discordante, propone una cosa nueva sobre la página. Y creo que a eso ayudan las ilustraciones de Tarsila do Amaral; eso hace que el libro tenga varios puntos de fuga.”
Según Rafael Toriz resulta esencial entender el contexto en el que aparecieron ese par de libros y el Manifiesto antropófago. Destaca que Paulicea desvariada se publicó en 1922, durante el estridentismo en México y la Semana de Arte Moderno de Sao Paulo, época de gran “interés en las artes, la música, la plástica, todo embebido de un aire de vanguardia, muy visible en la literatura, aunque desde luego no es la voz cantante, o en todo caso es parte de una comunidad más grande”.
Bautizar esta obra unitaria Resaca tropical, señala el traductor, tiene que ver con que sus textos aparecieron en la década de los 20 como resultado del enorme malestar que dejaron los convulsos acontecimientos mundiales a partir de 1910.
“Estaban muy presentes la Revolución Mexicana, la Revolución de octubre rusa de 1917 y la Gran Guerra de 1914. A partir de esos eventos, todo el orden cambió: la sintaxis, la visión del mundo; después de todo ese tsunami surgieron las vanguardias.
“Comenzaron a mostrarse el dadaísmo, el estridentismo, el moder-nismo, como la gran cruda o resaca de Occidente. El mundo cambió y eso se muestra en obras insignes como La tierra vacía, de T.S. Eliot; el Ulises, de James Joyce; Trilce, de César Vallejo; Desolación, de Gabriela Mistral; El banquero anarquista, de Fernando Pessoa, y otras publicadas en 1922, año toral para la cultura, que nos legó esas gemas.”