En caso de que no prospere la reforma constitucional en materia eléctrica, al siguiente día de que esto pase el presidente López Obrador enviará al Congreso una iniciativa de cambios a la ley minera para proteger el litio.
Las previsiones alternas del mandatario –delineadas ayer en la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional– se basaron lo mismo en supersticiones, como golpear el atril con los nudillos –“toco madera”, dijo–, que en estar consciente de que ha habido presiones muy fuertes de quienes quieren continuar con sus negocios en el sector eléctrico.
Pero al mismo tiempo el mandatario busca garantizar, al menos, el plan para dejar el litio en manos del Estado.
“Hay presiones muy fuertes, están los legisladores sometidos a fuertes presiones, en el caso de que no se alcance la mayoría absoluta, al día siguiente envío la ley para reformar la ley minera y proteger al litio”.
Reiteró que ese preciado mineral “no debe ser entregado a particulares, mucho menos a extranjeros; debe ser propiedad del pueblo y de la nación”.
Ratificó lo dicho el viernes pasado en el sentido de que la decisión de la Suprema Corte en torno a la constitucionalidad de la ley eléctrica “ya ayuda”, pero lo ideal es lograr la reforma a la Carta Magna en esta materia, señaló.
Más adelante, cuando hablaba también de los resultados de la primera consulta en el país de revocación de mandato, López Obrador sugirió al PRI enmendar su posición porque, al final del camino, será el PAN quien se quede con las “migajas” de la alianza opositora, mientras que el tricolor podría perder incluso todas las gubernaturas. “Ojalá y los diputados se liberen”.
Mencionó que el dirigente del PRI por lo menos debería cuidar las formas y no estar ordenando el sentido de su voto a los legisladores porque son representantes populares, esto es, algo más allá que integrantes de una bancada de partido político.
Subrayó que “ojalá y muchos (diputados de oposición) se rebelen frente a esta oportunidad histórica” que no ha sabido aprovechar el PRI, precisamente al sumarse al PAN, “al partido conservador de más tradición”.
“Qué gana el PRI aliándose con el PAN? Nada. ¿Quién saca las migajas de esa estrategia? El PAN. ¿Cómo se va a quedar el PRI? Sin nada”.