El Instituto Nacional Electoral (INE) calificó la revocación de mandato como exitosa y rechazó acusaciones de que se boicoteó el ejercicio, porque se generaron las condiciones para sufragar. “¿Cuántos de los ciudadanos que no votaron lo hicieron porque no querían avalar las trampas que ocurrieron en las semanas pasadas? A lo mejor muchos de los que no votaron es porque no querían convalidar un ejercicio en donde una y otra vez hubo funcionarios que violaron las leyes”, lanzó el consejero presidente Lorenzo Córdova.
En conferencia para evaluar el ejercicio, Córdova reviró que “si hubo un boicot aquí es de quien no dio el dinero para que se pudieran instalar todas las casillas. Ahora, ¿vamos a caer en la falacia desde el INE de decir que si hubiera habido más casillas habría habido más participación? Pues no, porque donde tuvimos las casillas cerca, pues votamos quienes quisimos votar. Quienes no quisieron votar, pues no votaron. Ese es un derecho que hay que respetar porque a lo mejor no les interesaba a todos los ciudadanos”. Lo que no se vale es decir que es culpa del INE el índice de participación, señaló.
Ante las críticas al desempeño del instituto, los consejeros reivindicaron como un éxito el “binomio INE-ciudadanía que permitió sacar adelante este ejercicio de democracia participativa”, dijo la consejera Dania Ravel, quien destacó que la principal experiencia de esta jornada fue el recurrente irrespeto al marco legal.
De su parte, Adriana Favela sostuvo que “nosotros no boicoteamos absolutamente nada, dimos una muestra palpable de que estábamos actuando conforme a nuestras posibilidades, e hicimos la jornada. Hubo otras personas que no autorizaron el presupuesto que se necesitaba, estuvieron descalificando”.
Larga conferencia para confirmar las cifras oficiales: 100 por ciento de las 57 mil 448 casillas se instalaron puntualmente; más de 80 por ciento de las mesas fueron abiertas por los funcionarios insaculados, sin tomar electores de la fila; del total, solamente en 1.08 por ciento se tuvo que sustituir al presidente, es decir, las casillas operaron como lo mandata la ley y a cargo de quien está definido.
El 60 por ciento de los electores pudieron votar en una casilla ubicada en su sección sede, en la sección en la que están inscritos, y 83 por ciento de las y los mexicanos pudieron sufragar en una casilla que estaba o bien en su sección sede, o bien en una aledaña.
El consejero Uuc-kib Espadas insistió en que el INE pudo organizar este ejercicio a pesar del estrangulamiento financiero por parte de la Cámara de Diputados y la Secretaría de Hacienda. “Es verdad que quien quiso votar ayer (domingo) lo pudo hacer, también es verdad que nos hubiera gustado que para esas personas llegar a su casilla hubiera sido más cómodo y fácil, pero no fue este factor un impedimento para que la gente llegara”. No obstante, eso no quiere decir que se pueda repetir el mismo estrangulamiento financiero para 2024, pues son otras las condiciones legales de la organización.
En su oportunidad, el consejero Ciro Murayama sostuvo que hay ejemplos de que la distancia de las casillas no fue un factor: en Macuspana, donde las distancias estaban a 15 kilómetros, la participación fue de 61.9 por ciento, y en Tlatelolco, donde la gente pudo ir caminando a votar, sólo fue de 18.51 por ciento.
Córdova consideró necesario revisar la votación atípica en zonas rurales y citó dos casos de secciones en Chiapas: Villaflores, donde participó 55.4 por ciento (más de tres veces el promedio nacional) y Bochil, con 44.5.