La reforma eléctrica de 2013 significó para la Comisión Federal de Electricidad (CFE) una pérdida por cerca de 3 billones de pesos de 2016 a 2018, argumentó ayer el bloque mayoritario en San Lázaro durante la discusión en comisiones de la propuesta presidencial.
El modelo derivado de la reforma peñista ha desmantelado y mermado a la CFE, la cual se ha visto obligada a dejar de generar electricidad. En 2020 sólo producía 39 por ciento, mientras los particulares 61 por ciento. De seguir esa tendencia, datos de la empresa paraestatal proyectan que para 2029 los privados generarían 84 por ciento.
El diputado petista Reginaldo Sandoval puntualizó que el modelo generado en 2013 le representa pérdidas anuales a la Comisión Federal de Electricidad por 717 mil millones de pesos, los cuales son transferidos por ley a los particulares. De 2015 a 2019, la suma de las pérdidas es por cerca de 3 billones de pesos.
“De ese tamaño es el botín que pelean hoy los privados extranjeros. Esa es la magnitud de los intereses que hoy representan algunos legisladores que se oponen a la actual reforma”, destacó al reiterar su voto a favor de la propuesta presidencial.
La morenista Andrea Chávez resaltó que no es obligación del Estado subvencionar con dinero del pueblo a empresas trasnacionales y de las más ricas del mundo, como Iberdrola. Su correligionario Cuauhtémoc Ochoa puntualizó que el jefe político de los panistas fue consejero de esa compañía española y cobró 9.6 millones de pesos, mientras su secretaria de Energía, Georgina Kessel, obtuvo 3.5 millones de dólares.
Al proponer reservas y agregados al proyecto de dictamen, el coordinador de Morena, Ignacio Mier, insistió en que el bloque mayoritario coincidió con la oposición en bajar las tarifas de electricidad y ello se propuso en un artículo transitorio.
No sólo se beneficiará a las familias, sino también a 2 mil 46 ayuntamientos, explicó al señalar que estos últimos adeudan en conjunto a la CFE 13 mil millones de pesos por no pagar la luz. Entre los más endeudados se encuentra Gómez Palacio, con 800 millones de pesos, y Acapulco, con 750 millones.
A su vez, para argumentar contra la iniciativa del Ejecutivo, el priísta Pedro Armentía López resaltó que por la prevista cancelación de contratos y el monopolio de la CFE se deberán pagar más de 10 mil millones de dólares. “Eso de verdad es tirar el dinero a la basura”, enfatizó.