Cuautla, Mor., Decenas de campesinos y ejidatarios de los poblados Campo Palo Blanco y La Organera, municipio de Axochiapan, tomaron la presidencia municipal durante siete horas en protesta porque en dos ocasiones, en lo que va del año, les han robado sus cables y tubería de cobre y bombas, que utilizan para regar sus cultivos de maíz, caña, ejote y cebolla, en una extensión de mil hectáreas.
Los labriegos informaron que el hurto más reciente ocurrió el pasado jueves cuando delincuentes robaron el equipo, el cual recientemente habían adquirido luego de que en enero también sufrieron un saqueo.
En entrevista, comentaron que después de la primera agresión, pidieron al alcalde Félix Sánchez Espinoza, del partido Morena, la realización de rondines de vigilancia por parte de policías municipales, pero los ignoró. Por ello, esta vez decidieron plantarse frente a la sede del ayuntamiento hasta que el edil los atienda.
“Protestamos porque hay violencia en el municipio, asesinatos y los dos robos; desde cuándo estamos pidiendo una audiencia con el presidente municipal y nunca nos recibe”, reprochó uno de los ejidatarios.
Exigen operativos
Insistió que “lo único que piden es el apoyo de Sánchez Espinoza para que haya operativos de vigilancia en torno al sistema de agua de bombeo; no se pide otra cosa”, agregó en entrevista.
Los campesinos amenazaron con formar guardias comunitarias si las autoridades municipales siguen sin escucharlos y sin garantizarles seguridad pública.
La toma de la alcaldía comenzó a las 10 de la mañana. Después de las 15 horas, ante la falta de respuesta, los inconformes cerraron carreteras de acceso y salidas de Axochiapan.
Antes de las 17 horas, funcionarios locales atendieron a los labriegos, con quienes firmaron una minuta en la que les prometen apoyarlos para que recuperen sus cables y el equipo de bombeo para sus cultivos, así como enviar policías municipales para evitar que los delincuentes vuelvan a hurtarlos.
Minutos después, los campesinos concluyeron la protesta. Mientras este lunes cumplieron cinco días sin poder regar sus tierras de cultivo.