El Consejo Político Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ordenó a sus 71 diputados votar en contra de la reforma eléctrica y, en un mensaje alusivo, Alejandro Moreno afirmó que prevalece la unidad de la bancada, aun cuando desde el poder “se orquestó una campaña para dividir y poner al partido como el eslabón por el que la cadena opositora iba a reventar”.
El 5 de abril, el presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a los priístas a rebelarse y votar en favor de su iniciativa. Ayer, en la sede nacional del tricolor, Moreno Cárdenas respondió que “el PRI no es un partido de rebeldes que comprometan su reputación por las tentaciones del poder; es un partido de leales”.
La resolución se tomó durante una rápida sesión semipresencial que se coordinó desde el salón presidentes de la sede nacional y en la que también participaron gobernadores que son consejeros del partido.
Con esta determinación, que sienta un precedente para futuras decisiones de las bancadas del partido, el legislador que vote en favor de la reforma o se ausente de la sesión corre el riesgo de que se le inicie un proceso de expulsión.
Inversiones de “miles de millones de dólares”
En su declaración ante el consejo, Moreno Cárdenas sostuvo que se demuestra la unidad del PRI “en contra de esa iniciativa de reforma que ha presentado el titular del Ejecutivo” y que, sostuvo, podría afectar las inversiones que las empresas han hecho desde los cambios de 2013, en el sexenio de Peña Nieto.
Se trata de “inversiones comprometidas en miles de millones de dólares, que podrían ser sujetas de litigio con el gobierno mexicano e incumplir acuerdos contenidos en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá”.
Manifestó que, después de meses de especulaciones sobre el voto priísta, ahora “dejamos claro que el PRI tiene una postura firme, en torno a la cual marcharemos juntos todos en unidad. Una postura en contra de la destrucción del país, de todo lo que el PRI ha construido y ayudó a construir en pro de la industria energética”.
Dijo que la reforma “se ha querido vender como en genérico para el pueblo, que terminaría pagando más por la electricidad, y limitaría la libre competencia al comprometer más de 50 por ciento del mercado para la Comisión Federal de Electricidad, sin comisiones y órganos independientes reguladores”.