Convocada para el inicio de las vacaciones de Semana Santa, en un domingo de paseo ciclista, con familias formadas afuera de los restaurantes o en sus actividades personales, la primera revocación de mandato presidencial registró una baja participación en la capital del país, aun en alcaldías donde gobierna Morena.
La afluencia fue constante, pero reducida, en contraste con las elecciones presidenciales de 2018, y con una participación que funcionarios de casilla compararon con la consulta para enjuiciar a los ex presidentes. Como en otros procesos, las filas se concentraron en las casillas especiales.
Así, mientras en una mesa especial en la Central de Abasto más de mil personas habían votado, en el corazón de Polanco, la instalada en el parque Lincoln, a mediodía sólo 10 personas habían asistido.
Durante algunas horas por la mañana, en distintas colonias, se registraron filas que no sobrepasaron más de 12 personas.
Una de las casillas ordinarias que presentó una participación discreta, al menos hasta el mediodía, fue la ubicada en el deportivo urbano Iztacalco. Los funcionarios reportaron haber entregado en ese momento 8 por ciento de las boletas; es decir, unas 145 de mil 800.
En esas primeras horas la mayor parte de los participantes fueron adultos mayores, como Eva Barajas, habitante de esa alcaldía. Ejerció su derecho “para que todos demos nuestra opinión en lo que estamos de acuerdo, en lo que queremos hacer, y no nos digan qué hacer”. La principal motivación de Enrique Morán para votar fue que “hemos visto algunos cambios y quisiera que todo siga igual”.
En la casilla especial de Iztacalco, a las 13:30 horas 350 personas habían emitido su opinión.
En zonas como la colonia Presidentes de México o la colonia Lomas Estrella, de Iztapalapa, y en algunos puntos de Tláhuac y Xochimilco, usuarios de redes sociales denunciaron la presencia de personas que colocaron propaganda de último momento.
Rafael Morales, representante de Morena en la casilla de la sección 4493, en Santa Cruz Atoyac, expresó ante la ausencia de electores: “Hay poca concurrencia, es la realidad, pero no está tan triste”.
Juan Pablo Ceballos, después de votar en la casilla de la sección 4399, en la colonia Del Valle, comentó que no desperdició la oportunidad de “ejercer este derecho que tendremos de ahora en adelante, a ver si en los subsecuentes sexenios son tan críticos”.
En el parque Lincoln, Carlos fue el décimo votante. “Nos están dando la oportunidad de decidir si nos gusta o no cómo está la situación. Yo asisto porque es mi derecho”.
Después de votar en la casilla de la escuela Capitán Emilio Carranza, en la Roma, Dora Adriana Zamora dijo: “Es muy importante que los ciudadanos participemos. Hemos visto en la familia y amigos que hay un gran cambio y nos interesa que siga. Es para beneficio de todos”.
Afuera de la casilla de las secciones 3284 y 3268, en Álvaro Obregón, Ricardo Méndez resumió: “Hay que cumplir como ciudadanos”.
En la urna especial instalada en la terminal del aeropuerto capitalino, más de mil personas votaron, según explicó la presidenta de la mesa, Rocío Cedillo. Ahí había más de 2 mil boletas disponibles.
José Luis Lezama, quien labora en el Instituto Nacional de Migración, adscrito al AICM, comentó que con este “ejercicio democrático se crea un precedente para contar con una herramienta ciudadana con la cual decidir el rumbo del país”.
También en la terminal, Juan José Morales resaltó el derecho ciudadano a manifestar “lo queremos para la conducción del país. La mayoría de la gente está pasando a votar. Ojalá los resultados sean para bien de México”.