Si la república volviera a tener un presidente tan nefasto como Ernesto Zedillo, Carlos Salinas, Vicente Fox o Felipe Calderón, el pueblo podrá echarlo del gobierno con el procedimiento constitucional de la revocación del mandato. Esa es una de las lecciones que dejó el ejercicio democrático de ayer. Más allá del número de votos que se hayan emitido, lo que el INE no había dado a conocer cuando enviaba este texto a la redacción (un dato muy importante porque expresará el grado de satisfacción de los ciudadanos con la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador), la jornada será memorable en razón de que los ciudadanos por primera vez en la historia tuvieron la decisión de que un presidente siga o se vaya.

La legislación es perfectible. Es absurdo que para despedir a un titular del Ejecutivo federal del tipo que menciono líneas arriba tengan que reunirse 37 millones de votos, tal vez 20 millones son suficientes para expresar un rechazo popular. También se necesitará un instituto electoral que no sea un partido político como el INE. Lo ideal es que el aparato electoral sea operado por ciudadanos y que tenga un presupuesto decente, no los miles de millones que se gastan ahora.

Democracia a la francesa

Será que en Francia no hay INE ni un Fu-man-chú que intente influir en los resultados, la cuestión es que la jornada electoral de ayer fue una espléndida demostración de democracia. Participaron 12 candidatos, ocho hombres y cuatro mujeres. De los seis contendientes principales, tres son de derecha y dos son de izquierda. El presidente Emmanuel Macron y la candidata de derecha Marine Le Pen se jugarán el Palacio del Elíseo en una segunda vuelta. Macron habría obtenido entre 28 y 29 por ciento de los votos, mientras Le Pen habría logrado entre 23 y 24 por ciento, según indican las proyecciones de cuatro empresas encuestadoras, citadas por la agencia de noticias EFE.

Los resultados marcan una ligera mejoría de Macron con respecto a los últimos sondeos, también indican que ganará en la segunda vuelta, la cual tendrá lugar el próximo día 24 de este mes, aunque con una ventaja inferior a la de 2017, cuando casi dobló en votos a Le Pen. Jean-Luc Mélenchon, versión local de Cuauhtémoc Cárdenas, en su tercer intento por conquistar el Elíseo logró algo más de 20 por ciento de los votos. El ultraderechista Éric Zemmour sería cuarto, con 7 por ciento de los sufragios. La candidata de la derecha moderada, Valérie Pécresse, obtuvo el peor resultado de la historia de su partido, con 5 por ciento de las preferencias. El ecologista Yannick Jadot apenas alcanzaría 5 por ciento. El ruralista Jean Lassalle ronda 3 por ciento, al igual que el comunista Fabien Roussel, mientras la socialista Anne Hidalgo, alcaldesa de París, no llegaría a 2 por ciento, según las proyecciones, al igual que el soberanista Nicolas Dupont-Aignan. Los dos candidatos trotskistas, Philippe Poutou y Nathalie Arthaud, se quedarían por debajo del uno por ciento. Un candidato no necesita tener un partido para postularse. Si el gobierno francés financiara a todos los partidos se iría a la bancarrota.

Calificación de crédito

JapanCredit Rating es una agencia de calificación crediticia líder en Japón y experta en análisis de riesgos. Mejoró la perspectiva de México de negativa a estable, manteniendo la calificación de la deuda de largo plazo en moneda extranjera en A-, cuatro niveles por encima del grado de inversión. La decisión se basa en la trayectoria estable de la deuda con respecto al PIB, el fortalecimiento en la recaudación tributaria generando mayores ingresos públicos y el buen manejo de la política macroeconómica.

La agencia señala también el flujo positivo de inversión extranjera directa hacia México y la solidez de nuestras exportaciones de manufacturas, lo que, junto con las estrategias de inversión con el sector privado, permitirá seguir fomentando el crecimiento económico para este año. Hay que romper la dependencia de las tres agencias estadunidenses: Fitch, Standard&Poor’s y Moodys. Son muy costosos sus servicios.

Twitterati

En 1998 el líder opositor López Obrador (@lopezobrador_) organiza una consulta ciudadana sobre el Fobaproa. Al PRIAN no le importó el resultado y votó por convertir deudas privadas en deuda pública. Eso temen… que la ciudadanía tome sus decisiones por medio de las CONSULTAS.

Escribe Pablo José H. Carrillo @oceloxochitl_

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