Luego de que la magna exposición Aztecas se presentó en el Museo de Linden, en Alemania, donde fue visitada por más de 60 mil personas, y posteriormente estuviera en el Museo Etnográfico de Viena, Austria, donde fue admirada por más de 52 mil visitantes, la muestra viaja ahora para ser apreciada en el Museo Nacional de Corea, cuya inauguración se tiene prevista para el 3 de mayo, donde permanecerá hasta el 28 de agosto de 2022.
En su cuenta de Twitter, el embajador de México en Corea, Bruno Figueroa, se congratuló de dicho suceso. “Imposible no sentir gran emoción al ver los carteles en la entrada del Museo Nacional de Corea, donde en 24 días se abrirá la muestra más importante del año, y permanecerá hasta el mes de agosto, exposición que llevará como título Aztecas: el pueblo que movió el Sol”.
La exposición en Viena incluyó unas 200 piezas prehispánicas provenientes de colecciones de recintos mexicanos y europeos, entre los cuales destacan los museos Nacional de Antropología y del Templo Mayor, que prestaron 124 piezas originales y un par de réplicas.
Tanto en el Museo de Linden como en el Etnográfico de Viena, la propuesta curatorial tuvo una primera sala introductoria dedicada a conocimientos generales, fuentes arqueológicas y documentales sobre la sociedad mexica, una segunda sala en torno al cosmos, los mitos de la creación y el calendario ritual. Una tercera sección estuvo destinada a los fundamentos económicos del imperio azteca, mientras la cuarta sala detalla el sistema de la guerra, de conquista y tributos, y un quinto apartado concluía con el Templo Mayor, el recinto sagrado más importante dedicado a los dioses tutelares: Tláloc, vinculado con la lluvia y la fertilidad, y Huitzilopochtli, con la guerra y el tributo.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el propósito de la exposición itinerante que da muestra de la grandeza de México-Tenochtitlan es brindar un acercamiento a la historia, la vida cotidiana, la ritualidad, los logros culturales y el legado del pueblo venido de la mítica Aztlán.
La exposición tiene también como finalidad “contribuir a esclarecer muchos estereotipos que existen en torno a prácticas en las sociedades mesoamericanas, como el sacrificio humano”.
Se exhibirán piezas relacionadas con las ofrendas, los sacrificios y la vida y la muerte, entre las que destacan máscaras-cráneos; esculturas en barro de gran formato, como la que representa al dios de la muerte, Mictlantecuhtli; finas láminas de oro que simbolizan a la divinidad lunar Coyolxauhqui; caracoles cortados y esgrafiados; cuchillos bifaciales de gran tamaño; copas policromadas, y un cofre de piedra para ofrenda (tepetlacalli), entre otros inestimables objetos.
Aztecas: el pueblo que movió el Sol mantendrá dicha curaduría museográfica, ya que en esencia se trata de la misma muestra que se apreció en los anteriores museos, comentó a La Jornada Ulises Leyva, titular de Comunicación Social del INAH.
“Son los mismos contenidos temáticos, articulados originalmente por los arqueólogos Eduardo Matos Moctezuma, Raúl Barrera Rodríguez y Patricia Ledezma, y otros”.
La muestra en la nación asiática “será la tercera y última parada, ya que hasta el momento así está planeado, a menos que en el futuro se concrete su presentación en otra nación”.