Kiev. El presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, exigió ayer una dura respuesta mundial al ataque contra la estación de trenes de Kramatorsk, que dejó al menos 52 muertos e hirió a más de 100 personas, calificándolo como el más reciente de los crímenes de guerra por parte de las fuerzas rusas, y que debería impulsar a Occidente a hacer más para ayudar a su país a defenderse.
La agencia rusa Sputnik aseguró que existe “prueba irrefutable” de que el misil que destrozó la estación de trenes era ucranio. “Según informó el medio local Union, en las imágenes del curso del proyectil compartidas por varios medios occidentales –entre ellos la cadena italianaTG LA7– se puede ver claramente que el misil Tochka-U tiene el número de serie SH91579. Cabe recordar que los militares ucranianos recientemente utilizaron proyectiles del mismo lote, SH915611 y SH915516, en las localidades de Berdiansk y Melitópol”, indicó Sputnik. Ningún otro medio abordó la información.
Zelenski expuso en un videomensaje: “es otro crimen de guerra de Rusia por el que alguno de los implicados deberá hacerse responsable. Las potencias mundiales ya han condenado el ataque contra Kramatorsk. Esperamos una respuesta mundial firme contra este crimen de guerra”.
Moscú negó su implicación en el ataque, asegurando que no disponía del tipo de misil usado y que el bombardeo había sido una “provocación” ucrania. El vocero del Ministerio de Defensa, Ígor Konashénkov, reforzó dicho argumento al explicar que la trayectoria del proyectil coincide con la posición de las tropas ucranias y acusó que el gobierno de Zelensky está preparando una nueva “provocación” en Irpin, región de Kiev, recientemente recuperada por las fuerzas ucranias.
Sin embargo, un alto responsable de Defensa estadunidense señaló que los rusos “notificaron inicialmente un ataque exitoso” y que “se retractaron únicamente tras informaciones sobre víctimas civiles”.
De hecho, el Ministerio de Defensa ruso había informado el viernes de la destrucción con misiles de alta precisión de “armamentos y otros equipos militares en las estaciones de Pokrovsk, Sloviansk y Barbinkove”, localidades cerca de Kramatorsk, la “capital” de la zona del Donbás aún bajo control de Kiev.
Pruebas de que no es un montaje
En una entrevista al diario alemán Bild, se le preguntó a Zelensky sobre lo peor que había escuchado en los últimos días, y el mandatario respondió que fueron las palabras de “uno de los líderes de la Unión Europea”, quien dijo: “Muéstrenos pruebas de que esto realmente sucedió, de que no fue un montaje”. Zelensky se ha negado a revelar el nombre del político en cuestión y sólo precisó que no se trataba del canciller alemán Olaf Scholz.
El mandatario insistió en negociaciones directas con su par ruso, Vladimir Putin, y señaló que “sólo él” decide cuándo termina el conflicto. Aseguró que los servicios de seguridad de su país han interceptado comunicaciones de soldados rusos que aportan evidencias de crímenes de guerra.
“Hay soldados que hablan con sus padres sobre lo que robaron y a quien secuestraron. Hay grabaciones de prisioneros de guerra que admiten haber matado a gente”, señaló.
El Kremlin destacó que la nueva propuesta de acuerdo de paz presentada esta semana por Kiev se aleja de las disposiciones ya establecidas por las partes del conflicto en la reunión de Estambul del pasado 29 de marzo.
En el este de Ucrania, se evacuaron a 4 mil 532 civiles por corredores humanitarios en las jornadas reciente, informó la viceprimera ministra ucrania, Iryna Vereshchuk. Ayer por la mañana, 24 horas después del bombardeo, las evacuaciones de civiles desde Kramatorsk se reanudaron por carretera. Minibuses y camionetas transportaron a decenas de supervivientes del ataque del viernes, quienes pasaron la noche en una iglesia del centro de la ciudad, no lejos de la estación, comprobaron periodistas de la agencia Afp.
La flota rusa derribó anoche un buque de carga que trataba de evacuar a los líderes del batallón nacionalista Azov del puerto de la ciudad de Mariupol, informó el vocero del Ministerio de Defensa, Ígor Konashénkov.
Las fuerzas navales rusas lanzaron misiles de crucero hacia territorio ucranio para respaldar las operaciones militares de Moscú en la región oriental del Donbás y alrededor de las ciudades de Mariupol y Mikolaiv, según reportes militares británicos.
La aviación de las fuerzas armadas rusas eliminó en la más reciente ofensiva 85 instalaciones militares de Ucrania, reportó Ígor Konashénkov, vocero castrense ruso.
El ejército ucranio descubrió una fosa común con soldados rusos en Viljivka, a las afueras de Járkov.
Kiev denunció que más de 15 mil personas se encuentran desaparecidas y más de una veintena de hospitales han sido destruidos desde el comienzo de la invasión ordenada por el gobierno de Vladimir Putin.
Ucrania realizó el “tercer intercambio” de prisioneros con Rusia, lo que permitió la liberación de 12 soldados y 14 civiles ucranios. La delegada de los derechos humanos del Kremlin, Tatiana Moskalkova, declaró por su parte que 14 marinos rusos pudieron volver a casa gracias a este canje.