Con la raqueta y los brazos en alto hacia el público festejó el suizo Marc-Andrea Huesler su triunfo para alcanzar por primera vez el título del Abierto de la Ciudad de México en el estadio Rafael Pelón Osuna del Centro Deportivo Chapultepec.
El joven helvético requirió de una hora y cinco minutos para vencer por 6-4 y 6-2 al argentino Tomás Martín Etcheverry, segundo sembrado y el favorito de la afición, quien a pesar de la derrota aparecerá a partir del lunes en el lugar 94 del mundo ATP (Asociación de Tenistas Profesionales) al escalar 12 posiciones.
Huesler, número 176 del orbe, fue un adversario que supo sobreponerse al ir abajo en el primer set cuando el argentino, apoyado por la mayoría de los mil 500 asistentes, dio su mejor juego, sin embargo, el saque del suizo, fuerte y potente, cambió el rumbo del partido al romperle en varias ocasiones el servicio y arrebatarle la victoria.
Para el segundo set y con una llovizna ligera presagiando el de-senlace en favor del suizo, sus tiros pasaban rasantes sobre la red y se iban hasta el fondo de la cancha o las dejaditas que arrancaron aplausos, su rival albiceleste estaba liquidado y ni los gritos “¡Vamos Tomy!’’ o ¡Vamos che!, pudieron animarlo.
Levantar el trofeo, el tercero en suelo mexicano después de los Challenger de Metepec 2017 y San Luis Potosí 2019, y su cuarto cetro a nivel profesional, dejó una grata impresión al suizo al superar “una gran altitud y en arcilla”, quien se presentó a la conferencia de prensa cargando su sombrero de charro.
Dijo estar feliz de que tanto él como Etcheverry forman parte de la nueva camada de tenistas que en algún momento estarán en la élite mundial, ya que “nos impulsa a soñar en grande, el futuro se ve muy bien y es genial”, resaltó el suizo, quien jugará las próximas semanas en San Luis Potosí y Aguascalientes.
Con su ascenso en el ranking mundial que le dio acceso al cuadro principal del Abierto de Francia, en mayo, Etcheverry, no quiso pasar por alto la entrega del público: “Me sentí como en casa y agradezco a la gente que me apoyó”.
Latinoamérica se agenció el título en dobles con el chileno Nicolás Jarry y el brasileño Matheus Pucinelli de Almeida al doblegar 6-2 y 6-3 al francés Jonathan Eysseric y Atem Sitak, de Nueva Zelanda, en lo que fue su primera competencia juntos.