Las historias insólitas que antropólogos, arqueólogos e investigadores viven durante sus jornadas en campo dieron origen al libro Sombras y susurros: vivencias extrañas y tenebrosas en la arqueología, que visibiliza el sentido humano de ese oficio.
Así lo explican los coordinadores de ese trabajo, editado por Punto Rojo, Luis Alberto López Wario y Luis Alberto Martos López, quienes compartieron en entrevista con La Jornada los detalles de la antología de relatos, que consideran es el primer registro en México de ese tipo de historias.
Las narraciones sobre fantasmas en iglesias, chamanes, aluxes, brujas y apariciones en sitios arqueológicos forman parte de un libro que, sobre todo, “muestra la vida cotidiana, que a veces no se pueden creer, de arqueólogos en su quehacer, y de alguna forma es un tema poco tratado”, explicaron.
“Hace falta una literatura arqueológica menos científica para que despierte el interés en las personas. No queremos que todos estudien arqueología, sólo que conozcan nuestro trabajo, que es emocionante y se vive intensamente, para que de esa forma no destruyan los monumentos o los sitios. Los dañan porque no los sienten o no los conocen; pienso que la manera para que no pase eso es dar a conocer estos relatos”, comentó el autor de una de las historias, Joel Santos Ramírez.
Son 30 autores, entre antropólogos, arqueólogos y un artista plástico, incluidos en Sombras y susurros. Los relatos son considerados a veces historias de terror, pero exponen también el trabajo en campo, que es poco conocido y valorado.
“El libro se originó”, continúan Wario y Martos, “por una charla que tuvimos acerca de la necesidad de abrir un tema no discutido: los hechos inexplicables que acontecen en el trabajo arqueológico que realizamos y que hacemos en diferentes lugares e inmuebles históricos.
“También tiene la finalidad de ver a los especialistas como objeto de estudio y como seres humanos. Más que afirmar que estos son hechos de fantasmas, se trata de rescatar las historias que en realidad sucedieron y que tienen mucho en común con los autores que nos las cuentan.
“Estamos evaluando la posibilidad, ante el interés de más colegas para dar a conocer sus propias historias, de realizar un segundo volumen”, adelantaron los investigadores.
El arqueólogo e investigador Joel Santos consideró que “no se trata de engañar a la gente para obtener ganancias; el libro es narrado por arqueólogos, lo hacemos para transmitir experiencias y es importante darlo a conocer, porque es parte de nuestra vida en el trabajo”.
Falta de recursos
El autor de “Los fantasmas de la iglesia de Las Capuchinas, Morelia, Michoacán”, historia incluida en este ejemplar, también describe en su relato la falta de recursos que padece en su trabajo.
“Muchas veces, cuando salimos a campo, los presupuestos no alcanzan y hay que pernoctar en los sitios o inmuebles históricos donde trabajamos. En el texto que escribí, cuento que decidimos quedarnos en la propia iglesia porque de esa manera ahorrábamos recursos.
“En esta época de austeridad lo hacemos muy frecuentemente, y me parece la única alternativa para continuar nuestras investigaciones. La situación actual para hacer trabajos en campo de investigación antropológica e histórica requiere ahorrar en ese tipo de cosas para continuar.
“El libro puede ser un parteaguas para que los trabajos de arqueología sean más accesibles al público y al ser difundidos de una manera coloquial, sencilla, clara y entendible para todas las personas”, reiteró Santos.
Las historias que se incluyen en Sombras y susurros: vivencias extrañas y tenebrosas en la arqueología suceden en distintos sitios del país, como en la Cueva de las Monas en Chihuahua, Cotetelco en Morelos y otras partes del continente, como Perú. El libro se presentará hoy a las 13 horas en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo, ubicado en Moneda 13, Centro Histórico.