En el auditorio del Deportivo Benito Juárez en Tijuana, habilitado para ucranios que salieron de su país por la guerra y se encuentran en México de camino a Estados Unidos, país al que solicitan asilo, el jueves se contabilizaban mil personas. Funcionarios canalizaban ayer a los refugiados a un cruce peatonal en San Diego, cerrado de manera temporal, para procesar sus solicitudes y se espera que logren pasar a 578 al día, mientras alrededor de 800 llegan a la ciudad fronteriza mexicana, quienes son apoyados por una red de voluntarios, en su mayoría de iglesias eslavas en la nación vecina, que han logrado proveerles alimento y transporte. Vlad Fedoryshyn, uno de los colaboradores, indicó que se elaboró una lista de espera, en la cual se registran quienes van llegando, a la vez que se contacta con agentes fronterizos a quienes llevan más tiempo.