Los Diablos Rojos del México quedaron al margen de las decisiones tomadas por la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), la cual anunció para la Temporada 2022 que los partidos de los martes y miércoles tendrán una duración de siete entradas, contrario a las nueve que históricamente se juegan en el circuito profesional. “Nos enteramos cinco minutos antes”, explicó Jorge del Valle, gerente deportivo de la organización, con un dejo de resignación por la forma de proceder de la Liga.

“Muy aparte de lo que pensemos, si nos molesta o no, tenemos que concentrarnos en nuestros seguidores, en que ellos vean un equipo ganador”, agregó, consciente de las protestas que se dieron en redes sociales por el nuevo formato. “Sí, nos afecta. Yo espero que el día de mañana sigan pensando en el beisbol y los aficionados, que ese sea el principal objetivo. Nosotros queremos jugar y nos acomodaremos a las reglas que se vayan presentando”.

Aunque la LMB explicó en su anuncio que “hubo una revisión exhaustiva de las ventajas y desventajas” de la reducción de entradas en los juegos, la novena escarlata no tuvo lugar en la mesa de discusión. Lo que sigue ahora para los Diablos es el Torneo Interliga, pieza angular de su pretemporada, donde disputarán un total de 10 encuentros ante rivales como los Toros de Tijuana, Guerreros de Oaxaca, Olmecas de Tabasco y Pericos de Puebla.

La victoria del jueves pasado ante los Olmecas (7-4), en el estadio Alfredo Harp Helú, sirvió de preámbulo para la presentación de uno de sus refuerzos estelares para la siguiente campaña: el mexicano-estadunidense Khris Davis, quien fue campeón de vuelacercas en 2018 y acumuló nueve temporadas en las Grandes Ligas, de 2013 a 2021, con 221 cuadrangulares y 590 carreras producidas en 980 juegos.

“Me han dicho que los aficionados de Diablos están un poco locos”, bromeó. “El secreto para construir un equipo ganador es divertirte, crear una buena quími-ca con el plantel y lograr un gran pitcheo. Yo estoy enfocado en ganar el campeonato. Es una Liga muy buena en temas de lanzamiento, por eso muchos jugadores vienen aquí. Además, tenemos un estadio hermoso. Mi familia está muy emocionada por verme jugar en México”.

Las negociaciones no fueron sencillas para la organización escarlata, pero hubo un punto que marcó la diferencia, “el trato limpio que tiene un pelotero de Grandes Ligas”, afirmó el director deportivo Miguel Ojeda. “Más allá de lo mucho que pudo haber costado, Khris se bajó del avión y empezó a jugar. Ese es el gran compromiso que tiene. Nos llena de orgullo por su gran trayectoria, porque es un beisbolista de alto calibre”.

Las raíces mexicanas de Davis son por parte de su madre, quien solía llevarlo a recintos históricos en temporadas vacacionales. El toletero nació en California, pero pasó la mayor parte de su tiempo en Arizona, donde perdió lo poco que sabía del idioma español. “México es una fuerte raíz para mí y mi familia”, aseguró. Ahora los Diablos esperan por la mejor versión de su bombardero.