En 2016 se publicó el documental Ukraine on fire (Ucrania en llamas), producido por el cineasta estadunidense Oliver Stone. La película, dirigida por el ucranio Igor Lopatonok, presentaba un recorrido por los diversos actos históricos y políticos que han dado forma al país y sus conflictos, hasta llegar a episodios como el de la Guerra del Dombás en 2014. En un contexto como el actual, en que se sostiene un prolongado episodio bélico entre Rusia y Ucrania, la cinta fue removida en marzo pasado de YouTube, una de las plataformas de video más conocidas del mundo.
Duramente criticado
“Removimos este video por violar nuestra política de contenido gráfico o violento, que prohíbe que incluya imágenes de cadáveres, heridas graves, como miembros amputados. Videos de decapitaciones, por ejemplo”, argumentó entonces el gerente de políticas de comunicación de la plataforma al diario estadunidense Washington Examiner. Más tarde, otra plataforma gratuita, Rumble, pondría a disposición la película, misma que terminaría volviendo a YouTube bajo una advertencia de contenido “ofensivo o inapropiado”.
Ucrania en llamas también fue duramente criticada, calificándola de propaganda a favor del Kremlin, o bien de tratarse de la visión personal de Stone. La película presenta un resumen de la historia de Ucrania, tratando de explicar por qué ese territorio ha sido largamente disputado desde hace ya varios siglos, como límite y punto de choque entre las ideologías que permean en la Europa occidental y Rusia.
De esa manera, el documental aborda momentos históricos como el Hetmanato cosaco, la Revolución rusa, el tratado de Brest-Litovsk, la incorporación de Ucrania a la URSS, su papel en la Segunda Guerra Mundial, la Gran Guerra Patria, la matanza de judíos en Babi Yar, la masacre de polacos en Volinia, la Revolución Naranja de los noventa, la revolución ucrania de 2014, el referéndum sobre el estatus de la Península de Crimea, la confrontación en Odessa y la guerra del Dombás, entre otros sucesos que buscan explicar el devenir histórico del país.
En la película, Oliver Stone hace de entrevistador, teniendo entre sus interlocutores al actual presidente ruso Vladimir Putin, al ex presidente destituido Viktor Yanukovych y al antiguo ministro del Interior Vitaly Zakharchenko, quienes relatan su perspectiva acerca de los acontecimientos que precedieron al actual conflicto entre ambos países.
De acuerdo con las tesis esbozadas en Ucrania en llamas, desde hace varios años ha habido una fuerte influencia de las potencias occidentales, especialmente de Estados Unidos, para promover sus intereses. Las protestas de 2014 que derivaron en la destitución del democráticamente electo Yanukovych, quien actualmente se encuentra refugiado en Rusia, habrían sido resultado de esas intervenciones.
“¿Por qué reaccionamos con tanta vehemencia a la expansión de la OTAN?”, se cuestiona Putin frente a Stone, “nos preocupa el proceso mediante el que se toman las decisiones. Yo sé cómo se toman las decisiones. Tan pronto como un país se hace miembro de la OTAN no puede resistir la presión de Estados Unidos. Y muy pronto cualquier cosa puede aparecer en ese país: sistemas de defensa antimisiles, bases nuevas, o, si es necesario, nuevos sistemas de ataque de misiles. ¿Qué debemos hacer? Tenemos que tomar contramedidas”.
La cinta también brinda una perspectiva distinta a la difundida por los medios hegemónicos en occidente sobre la anexión de Crimea y Sebastopol a Rusia, en donde se argumenta presión bélica en la toma de decisión. En el documental producido por Stone, al contrario, se observa que esa zona, habitada en su mayoría por una población étnica rusa, decidió su independencia de Ucrania de manera democrática.
“A veces no entiendo la lógica de nuestros socios. A veces pareciera que necesitan un enemigo externo para mantener la línea y establecer la disciplina en su propio llamado bloque europeo occidental”, concluye Putin.