El presidente Andrés Manuel López Obrador subrayó que no tiene “ninguna vinculación más que de respeto” con el titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero, y llamó mentirosos y desinformados a los cuatro congresistas estadunidenses –del Partido Demócrata– que advirtieron sobre el uso de la FGR para persecuciones políticas.
Robert Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, y los legisladores Patrick Leahy, por Vermont; Jeffrey A. Merkley, de Oregon, y Benjamin L. Cardin, de Maryland, hicieron la acusación en una carta dirigida al secretario de Estado, Antony Blinken, y al procurador general, Merrick Garland.
“Con todo respeto, son mentirosos; a lo mejor están mal informados. Es la campaña, porque en Estados Unidos hay elecciones; qué bueno que nada más son cuatro, porque cuatro golondrinas no hacen verano. Pero, ¿qué voy a contestarles? Nada”, señaló durante la mañanera de ayer.
Sin embargo, sí abundó al respecto y aprovechó para anunciar que invitó a senadores de los dos partidos (Republicano y Demócrata) a que vengan al sureste de México a finales de abril, para hablar del desarrollo de esta región y de Centroamérica, para enfrentar por esa vía el fenómeno migratorio.
Advirtió que las acusaciones sin fundamento no gustan ni a los mexicanos que viven en el país ni a los 40 millones de connacionales y sus descendientes que radican en el país vecino.
Luego solicitó que le dieran los nombres de los senadores firmantes y preguntó si todos eran demócratas. Tras una pausa, señaló: “no, nada más decir que están equivocados, desinformados”.
Instruyó a su equipo para que pusieran en el salón una imagen del siglo XIX, cuando los conservadores van a Europa a buscar a Maximiliano de Habsburgo y le ofrecen el imperio de México. “Pero ya no es ese tiempo, atajó. A los mexicanos ya no les gusta eso; no aceptamos el injerencismo”.
De la misma manera, subrayó que el gobierno actual defiende, como no ocurrió en el periodo neoliberal, los principios de nuestra política exterior: no intervención, autodeterminación de los pueblos y solución pacífica de las controversias. Ya no se acepta el papel de vasallos, advirtió.
“Con todo respeto, todavía pastaban los búfalos en lo que hoy es Nueva York y ya en esta ciudad (de México) había universidades... No somos más que nadie, pero tampoco somos menos, y no hay que acomplejarnos. No.”