Madrid. El Congreso de los Diputados español reprobó ayer el abandono de la posición “histórica” de neutralidad de España sobre el Sahara Occidental después de que el gobierno decidió apoyar el plan de autonomía marroquí para zanjar una crisis diplomática con Rabat.
Este cambio respecto a la “posición histórica” española “supone de facto apoyar la vía propuesta por Marruecos, abandonando la base de una solución política que sea mutuamente aceptable” por Rabat y los independentistas saharauis del Frente Polisario, expone el texto apoyado por los diputados.
Esta iniciativa supone un revés para el presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, que quedó totalmente aislado en el Parlamento sobre este asunto. La votación se produce, además, en el día de su visita a Rabat, donde se reunió con el rey de Marruecos Mohamed VI para sellar la reconciliación entre ambos países.
El conflicto en la ex colonia española del Sahara Occidental, un extenso territorio desértico rico en fosfatos y aguas con abundante pesca, lleva décadas enfrentando a Marruecos con el Frente Polisario.
Rabat, que controla cerca de 80 por ciento de esta zona, propone un plan de autonomía bajo su soberanía, mientras el Polisario reclama un referéndum de autodeterminación.
En un giro sorpresivo, Madrid anunció el 18 de marzo su apoyo al plan marroquí, considerándolo como “la base más seria, realista y creíble” para solucionar el conflicto en la que fuera su colonia hasta 1975. Un gesto que era esperado por Rabat para poner fin a una crisis de casi un año con Madrid, y celebrado como una victoria diplomática “histórica” en Marruecos, aunque muy criticado en España.
La resolución del Parlamento señala, por ello, a “una parte del gobierno”, en referencia a los socialistas, de haber “modificado unilateralmente su posición en relación con el conflicto” sobre el Sahara, “contraviniendo las resoluciones de Naciones Unidas y el propio derecho internacional”, sin haberlo debatido con los diputados.
El texto fue promovido, entre otros, por Podemos –el partido de izquierda radical aliado de Sánchez en el gobierno–, pero adoptado gracias a los votos de 168 diputados tanto de izquierdas como de derechas.
Solo 118 diputados del Partido Socialista de Sánchez votaron contra el texto, mientras 61 legisladores de centro y extrema derecha se abstuvieron.
“Lo que ha hecho el gobierno es inadmisible desde todos los puntos de vista, ha roto la forma, el fondo”, criticó el nuevo líder del Partido Popular (PP, derecha), Alberto Núñez Feijóo, tras su primera reunión con Sánchez desde su nombramiento el sábado como nuevo presidente del principal partido de la oposición.
“Ha roto 40 años de consenso”, agregó Feijóo frente a la prensa.