La inflación general se encontraría en niveles aún más altos si el gobierno federal no hubiera actuado aplicando estímulos fiscales adicionales para contener el precio de la gasolina, destacó el Banco de México (BdeM).
Los miembros de la junta de gobierno del banco central consideran que a inicios de 2022 se reactivó la recuperación económica del país; no obstante, la guerra entre Rusia y Ucrania es una nueva fuente de incertidumbre para la economía nacional.
Lo anterior quedó plasmado en la minuta de la más reciente reunión de política monetaria del BdeM, en la cual se decidió incrementar la tasa de referencia en medio punto porcentual al pasarla de 6 a 6.5 por ciento, ante la elevada inflación.
La mayoría de los integrantes de la junta (la minuta no identifica por nombre) sostuvo que la inflación no subyacente –que excluye productos de alta volatilidad– continúa experimentando presiones.
Algunos miembros comentaron que se siguen registrando incrementos en los productos agropecuarios. La mayoría señaló que la inflación de energéticos disminuyó en el margen, pero otros indicaron que los precios de las gasolinas han sido contenidos por los estímulos fiscales.
En este sentido, uno agregó que diversas estimaciones sugieren que, en ausencia de dichos estímulos, la inflación general habría alcanzado niveles mayores, lo que refleja la magnitud de los choques que se están enfrentando.
En semanas recientes la Secretaría de Hacienda y Crédito Público lanzó un estímulo fiscal adicional para el impuesto sobre la renta que pagan los distribuidores de gasolina para prevenir un alza desmedida en el precio de los combustibles al consumidor. Lo anterior, aprovechando los ingresos adicionales que ha dejado el incremento en el precio internacional del petróleo.
Esta decisión, según comentarios del BdeM, ayudó a contener la inflación, la cual, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, cerró marzo en 7.45 por ciento, casi el doble de la meta que tiene el banco central, que es de 4 por ciento.
Entre los riesgos para un mayor aumento de precios, la mayoría destacó la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados, presiones externas derivadas de la pandemia, impactos en los precios agropecuarios y energéticos por el reciente conflicto geopolítico, así como presiones de costos.
Reactivación
Según la minuta, una mayoría de la junta de gobierno comentó que los indicadores disponibles sugieren que la reactivación económica podría haberse reanudado a inicios de 2022, pero señaló que la recuperación sigue siendo gradual, incompleta y heterogénea entre sectores.
Un miembro de la junta llamó a no sobrerreaccionar con grandes aumentos en la tasa de interés, pues este tono excesivamente restrictivo podría derivar en una recesión.
De continuar aumentando la tasa de interés a un ritmo excesivamente elevado, destacó, se podrían afectar las perspectivas de crecimiento de México, lo que se reflejaría en un menor atractivo para los flujos de capital que buscan altos rendimientos en los mercados emergentes de renta variable.