Primera llamada
La insólita manera en que el Nuevo Mundo fue repartido entre las grandes potencias de la época, Castilla, Aragón y Portugal, en 1494 con el Tratado de Tordesillas que determinó la configuración política y territorial de América, dividió al mundo en dos hemisferios, definió la lengua y la cultura y transformó el hábitat de millones de seres humanos que vivían en este enorme continente.
Nunca la Humanidad había vivido tal nivel de destrucción, además, un aspecto del que poco se habla: el impacto ambiental que alteró todo el ecosistema con la introducción de los mamíferos domésticos, como vacas, caballos, cerdos, asnos, mulas, cabras y borregos, que se reprodujeron a escalas inusitadas.(1)
La conquista también tiene un impacto sicológico entre los nativos americanos, producido por la dominación, la expansión ganadera, el trabajo indígena esclavizado, las epidemias y el mestizaje.
Segunda llamada
La invasión del imperio español dejó a su paso muerte, desolación, el saqueo de los recursos y riquezas naturales. Los pueblos originarios fueron esclavizados, torturados, despojados de su tierra, de su cultura y evangelizados.
Así, hoy sabemos que gran parte de la memoria escrita de Mesoamérica desapareció; que los caxtiltecas u hombres de Castilla fueron calificados por los vencidos como bárbaros, pues la nación mexicana había sido herida de muerte y, con ella, el fermento más relevante que reflejó el esplendor de lo que se conoce en los anales de la historia universal como cultura superior precolombina; evidente a través de los códices, terminó en tragedia. Esto significó el cataclismo de la sabiduría de hombres y mujeres que forjaron la civilización mesoamericana.(2)
Tercera llamada
Aunque quizás estamos acostumbrados a pensar que la economía moderna nació con los viajes de Cristóbal Colón y la Conquista española de América, la cadena de actos que llevó al nacimiento del sistema mundial basado en metal empezó realmente en China, bajo la dinastía Ming, en el siglo XIV.(3)
El problema era que las minas chinas no satisfacían la insaciable demanda de metal. Las de América del Sur proveyeron lo que el país asiático tanto necesitaba: plata, y ésta fluía de México y Perú en una escala enorme.
Los españoles obtuvieron en sus territorios americanos una fabulosa cantidad de oro y plata, que sustentó la hegemonía de la dinastía Habsburgo en Europa y contribuyó al nacimiento de una economía global.
Con base en lo expuesto, se concluye que la hecatombe a raíz de la invasión-conquista española afectó con particular tirria la memoria histórica indígena, pues ésta fue objeto de ataque, represión, fuego, robo y censura. El proceso de aniquilamiento fue sistemático, feroz e implacable.
P.D. Un siglo más tarde, un grupo de colonos ingleses fundó una pequeña aldea en Jamestown, Virginia, en 1607. Portadores de una cédula del rey Jaime I de Inglaterra y así, digamos, se inicia la colonización y despojo sistemático, feroz e implacable en contra de las naciones de los indios de Norteamérica.
1. Irene Hernández Velazco (BBC News Mundo)
2. Felipe Meneses Tello, UNAM.
3. Redacción periódico Tiempo