La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos reabrió ayer el cruce peatonal de El Chaparral para dejar entrar a 2 mil 300 ucranios que acampan en Tijuana, Baja California, a razón de 578 diariamente, por lo que se estima que en tres semanas se normalice el flujo de personas que huyen de la invasión rusa.
El 21 de marzo de 2020 el gobierno estadunidense cerró El Chaparral al cruce peatonal para viajes no esenciales con México y Canadá, en el contexto de la pandemia.
Este miércoles, los ucranios abandonaron casas de campaña, sillas, cobijas, carriolas y todo lo que usaron para pernoctar en la ciudad porque la recomendación de Estados Unidos fue cruzar con la menor cantidad de objetos posible.
Las autoridades municipales calculan que a diario llegan al aeropuerto internacional de Tijuana entre 100 y 200 ucranios que salen de su país por la frontera de Polonia. Posteriormente viajan hacia Alemania, Francia o Italia, desde donde vuelan a la Ciudad de México o a Cancún para finalmente llegar a Tijuana a pedir asilo por los puentes internacionales que comunican esta ciudad con San Diego, California.
Mexicali también padece la llegada de refugiados, quienes ampliaron la ruta de Tijuana hacia esta ciudad para tramitar asilo político en el vecino del norte.
Con maletas, adultos y menores entran a las instalaciones del puerto fronterizo de Caléxico, donde personal de aduanas y migración de Estados Unidos los reciben para iniciar su trámite de asilo.
Ante la saturación de trámites en el puerto de San Ysidro, un grupo de refugiados decidió recorrer 160 kilómetros al oriente para solicitar asilo por la frontera de Mexicali.
Mientras, en Tamaulipas, dos familias ucranias y una rusa, integradas por 10 personas, arribaron a Nuevo Laredo, y aunque sus países están en guerra, ellos convivieron en la Casa del Migrante Nazareth, refirió su director, Marvin Ajic.
Sin dar detalles, el sacerdote católico informó que mientras las dos familias originarias de Ucrania están solicitando asilo en Estados Unidos, la familia rusa pidió refugio en México.
En la frontera de Nuevo Laredo, Tamaulipas, con Laredo, Texas, son pocas las personas rusas o ucranias que han llegado, pues la mayoría opta por viajar a Tijuana, donde hay mejor acceso hacia el vecino país.