Ciudad de México. El aumento en el precio de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno, producto del alza de la cotización del petróleo y del gas a nivel internacional, así como de alimentos procesados, bebidas, tabaco y otros servicios, se reflejó en la aceleración de la inflación en México de marzo.
De acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), la inflación general en México fue de 0.99 por ciento en marzo con respecto a febrero, la mayor desde 1998, y lejos de las estimaciones de los analistas que apostaban en promedio por un alza de 0.89 por ciento.
Así, en 12 meses, la expansión de la inflación general fue de 7.45 por ciento en el tercer mes del año, el mayor registro para un mes similar desde 2000, cuando se ubicó en 10.11 por ciento. Asimismo, en su medición interanual la tasa de inflación de marzo fue la mayor desde enero de 2001 que resultó de 8.11 por ciento. En la última encuesta de Citibanamex, los analistas pronosticaron un avance promedio anual de 7.34 por ciento en marzo.
Además, supera la meta de 3.0 por ciento +/- 1 punto porcentual del Banco de México de estabilidad de precios por 22 meses consecutivos.
La inflación anual al consumidor de la canasta de consumo mínimo, la cual está integrada por un subconjunto de 176 productos y servicios del INPC, aumentó de manera anual 8.07 por ciento en marzo.
Mercancías y servicios
El índice de precios subyacente, que excluye energía y agropecuarios, registró un incremento de 0.72 por ciento mensual y de 6.78 por ciento anual. En el mismo periodo, el índice de precios no subyacente, aquel que sí incluye productos de alta volatilidad como los precios agropecuarios y energéticos, aumentó 1.79 por ciento a tasa mensual y 9.45 por ciento a tasa anual.
Al interior del índice subyacente, a tasa mensual, los precios de las mercancías subieron 0.93 por ciento y los de los servicios 0.47 por ciento; con respecto a marzo de 2021 8.69 y 4.62 por ciento, respectivamente.
Dentro del índice no subyacente, los precios de los productos agropecuarios crecieron 1.23 por ciento y los de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno 2.24 por ciento a tasa mensual; a tasa anual el incremento fue de 16.12 y 5.23 por ciento, en ese orden, según datos del Inegi.
“La inflación no tiene nada de transitoria, volvió al alza. La general subió a 7.45 por ciento en marzo de 7.28 por ciento en febrero; la subyacente se va a 6.78 por ciento de 6.59 por ciento. Sin los subsidios a los energéticos, la inflación habría saltado más alto”, aseveró Alfredo Coutiño, director de Moody’s Analytics.
Añadió que más allá de la volatilidad propia de la inflación general, la subyacente no solo no deja de subir, sino que presenta cambios mensuales por encima de medio punto porcentual desde finales del año. Las mayores presiones se dieron en alimentos, bebidas y tabaco y otros servicios.
Dispara inflación futura
La inflación al productor, incluyendo petróleo, registró en marzo un incremento de 1.96 por ciento mensual y de 10.36 por ciento anual. Por actividades, el mayor incremento de los precios se presentó en el sector agropecuario, con un aumento de 15.11 por ciento; seguido del industrial, con un avance de 12.84 por ciento.
“Con el repunte de la inflación general de las últimas quincenas, la brecha de inflación afianza su tendencia alista y se mantiene en los niveles más elevados desde noviembre del año pasado y principios de 2001”, precisó Janneth Quiroz, subdirectora de análisis de Monex.
Y es que comentó que la inflación general anual de marzo volvió a aumentar por segundo mes consecutivo; por lo que preocupa el desempeño de la subyacente, que mantuvo su tendencia al alza por 17 meses. En la primera quincena de marzo alcanzó 6.68 por ciento y en la segunda 6.88.
Para Coutiño el “aparente” espacio que la política monetaria pudo ganar al mantenerse tímida y atrás de la curva en el alza de tasas, ahora puede forzarla a acelerar el paso. El costo de no actuar preventivamente puede resultar mayor. “Dejar que la formación de precios se deteriore sale caro”.