Ciudad de México. La Caravana por el Agua y la Vida, formada por integrantes de pueblos indígenas y colectivos defensores del líquido, fue recibida en Ciudad Universitaria (CU) por estudiantes, académicos y comunidad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). A un costado de la Biblioteca Central, demandó respeto a las decisiones de sus pueblos “que van en pro de la vida”, a la libre autodeterminación, que se detengan el despojo del agua y los proyectos como el Integral Morelos y los mineros.
En su tercer día en Ciudad de México, tras salir el 22 de marzo de la Casa de los Pueblos Altepelmecalli, municipio Juan C. Bonilla, Puebla, emprendió un recorrido iniciado en el llamado Okupa Chiapas, en la representación de ese estado, en la colonia Roma, pasó por el plantón de las mujeres mazatecas, en el Consejo de la Judicatura Federal, y por la Comisión Nacional del Agua. En este lugar, los manifestantes hicieron pintas en la entrada de este organismo: “Fuera Bonafont”, “El agua no se vende”, “EZLN” y “Retorno y Justicia para los Desplazados”, además de que llamaron a detener “los proyectos de muerte”, como los mineros.
En la sede universitaria, la activista María de Jesús Patricio Martínez, conocida como Marichuy, llamó a los estudiantes a que se preparen pero “no para recibir solamente un documento, hay que prepararnos para la vida”, y pidió que no se olviden de sus pueblos y comunidades, por el contrario, que se pongan al servicio de éstos.
“¡El agua es vida y la vida se defiende!”, “¡No es sequía, es saqueo!”, “¡Alto a la privatización!” y “¡El agua no se vende, el agua se defiende!” fueron algunas de las consignas que exclamaron los miembros de la caravana.
Integrantes de los Pueblos Unidos de la Región Cholulteca señalaron que la movilización surgió “como articulación de las comunidades que resistimos contra los megaproyectos, de los gasoductos y del despojo del agua”.
En el contingente que llegó a CU, entre pancartas del EZLN y del Concejo Indígena de Gobierno, participaron integrantes de los pueblos triquis, mazatecos, otomíes y nahuas, además de colectivos y organizaciones, que estuvieron acompañados de una batucada. El grupo manifestó que entre sus demandas también está la liberación de “presos políticos”.
En CU, la comunidad les dio la bienvenida y les ofreció comida. Luego se celebró un mitin político-cultural, incluidas presentaciones musicales, como rap. Cerca se colocaron vendedores de playeras, pulseras y bolsas de tela. Alumnos brindaron algunos talleres.
De acuerdo con los organizadores, la caravana, que concluirá el 24 de abril, continuará unos días en la Ciudad de México y luego visitará los estados de México, Morelos, Querétaro, Veracruz y Oaxaca, “donde hay resistencias contra el despojo del agua y la violencia”.