El presidente Andrés Manuel López Obrador recibió ayer en Palacio Nacional a Tom Vilsack, secretario de Agricultura de Estados Unidos. El mandatario mexicano destacó el intercambio comercial bilateral que ha crecido 35 por ciento. Más tarde, el funcionario estadunidense alertó que el conflicto en Ucrania podría generar una “significativa escasez” de alimentos en el mundo, por lo que llamaron a una estrategia regional.
“Sostuvimos una muy buena reunión con el secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack. En tres años, el comercio agroindustrial entre nuestros países pasó de 47 mil 400 millones de pesos a 64 mil millones de dólares; creció 35 por ciento. El futuro seguirá siendo promisorio”, señaló López Obrador en un mensaje de Twitter tras el encuentro, al que también acudieron el canciller Marcelo Ebrard, y los secretarios de Agricultura, Víctor Manuel Villalobos, y de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O.
El jefe del Ejecutivo apuró la conferencia de prensa matutina para estar puntual con su invitado, quien salió de Palacio Nacional minutos después del mediodía.
Posteriormente, en conferencia de prensa conjunta, los secretarios de Agricultura de ambos países expusieron que la producción y el suministro de comida a nivel mundial se han visto seriamente afectados tanto por los efectos de la pandemia como por la guerra en Ucrania.
Agregaron que tanto México como Washington trabajan en diversos planes para atenuar la inflación en el precio de los alimentos, e incluso aprovechar la oportunidad para hacer de América del Norte una “potencia alimentaria”.
Vilsack admitió que la pandemia dejó claro que los sistemas de abasto de alimentos “no fueron tan confiables ni resilientes como se necesitaba”, por lo que deben ser reconstruidos con una perspectiva regional.
El conflicto bélico en Ucrania, advirtió, “nos ha llevado a considerar la posibilidad real de que haya una significativa escasez de alimentos durante el año”, por lo que es urgente diseñar un modelo de agricultura “productiva, sostenible y rentable”, en el que México y Estados Unidos cooperen, en vez de competir entre sí.
A decir de Vilsack, López Obrador “está profundamente preocupado por el impacto de la inflación en aquellos que están más vulnerables”, pero también al tanto de la necesidad de “trabajar colaborativamente para crear una fuerza poderosa en la agricultura a nivel global”.
Villalobos expuso que la prioridad de México para atenuar la inflación y la posible escasez de alimentos ha sido “incrementar nuestra capacidad productiva” por unidad de superficie, con un uso más racional del agua y el suelo, pero no hacerlo “a expensas de la expansión de la frontera”. Subrayó que durante la pandemia no se detuvo la producción de alimentos en México.
(Fabiola Martínez y Roberto Garduño)